“Deseo conocer Las termas que son muy famosas, degustar los buenos vinos y disfrutar esta zona que se hizo muy conocida después del Dakar”, dijo.
Además quiso recordar a su familia, integrada por su esposa y sus tres hijos que lo esperan en Córdoba, quienes lo ayudaron mucho y lo apoyan en esta aventura que está realizando, tratando de cumplir el sueño de su vida.
“Con una familia es muy difícil tomar esta determinación en lo económico, el trabajo y el desarraigo que ello significa, pero por suerte mi esposa me apoya muchísimo en esto. Si Dios quiere el 10 de septiembre pienso estar junto a ellos”, expresó.
Por otro lado, cuenta Carlos los distintos momentos que pasó en este viaje, recordando los hermosos lugares que pudo conocer, la solidaridad de la gente latinoamericana y los extremos del clima que sufrió. “En Colombia me tocó estar a 48° de Temperatura; en tanto que en Bolivia a -12°”, recordó.
Cragnolini descansó unos días en las Termas de Fiambalá y luego siguió con la última etapa que le queda por recorrer. Fuente: El Abaucan Digital.