En la madrugada de este lunes, "El chueco” como e solían
llamar, dejó de existir en la ciudad de Comodoro Rivadavia (provincia de
Chubut) a los 74 años, dejando una gran enseñanza del buen futbol y como la
gran persona que fue.
Hace dos años, con enorme alegría volvía a pisar el campo
deportivo del club de sus amores desde donde se inició. En esa oportunidad pudo
encontrarse con varios de sus amigos, compañeros y rivales deportivos de esa
época, mantener una charla llena de historia y ver de nuevo a la camiseta de la
"V” dentro de la cancha luego de más de medio siglo.
Mario Reyes, nacido en el país vecino de Chile en el año
1940 y que a sus cuatro años de edad sus padres Zalateo y Gabina (ambos
Argentinos), lo trajeron junto a sus hermanos a la localidad de Palo Blanco
-Distrito Fiambalá-, donde se crió y estudió la primaria, además de descubrir
su gran talento por el futbol que hoy en día sus descendientes son oídos de
aquellas hazañas con la pelota dentro del campo deportivo.
Reyes, en una entrevista exclusiva con EL ABAUCÁN DIGITAL
(hace dos años atrás) dijo, "Hoy vine a la cancha a ver jugar a mi sobrino
Marcelo Reyes, pero nunca pensé que después de tantos años me reconocieran los
que en aquellos años eran niños como el Gordito Carrizo, Carlos Vázquez, Beto
Castro –entre otros-”. "Tengo tantos recuerdos lindos de mi Club Andino cuando
jugaba con Paco Ocampo, Ricardo Bustamante, Chispita, Ramón Carrizo, Tiburcio Quiroga, El Curco, Varelita Quiroga,
Ramón Rodríguez, Teodocio Castaño y tantos que nunca me olvido”, y veo que el
futbol Fiambalense crece día a día con jugadores espectaculares, como los que
veo. Ojalas las autoridades los apoyen para que algún día pueda verlos en el
futbol nacional. Dijo con una innegable emoción en su rostro.
Dentro de la carrera deportiva de Mario Reyes, comenzó
jugando a los 15 años en Andino (durante cuatro años), luego pasó a los clubes
de Racing y Juventud Unida de Tinogasta; Posteriormente a Amero Tesorieri de la
Pcia. de La Rioja (por más de tres años); Después al Club Murialdo Mendoza,
llegando a jugar dentro del Nacional "B” para luego pasar al Club Sur Los Andes
del KM 8 de Comodoro Rivadavia, lugar donde finalizó su carrera deportiva.
Luego de tantos años de éxitos deportivos, del cual pudo
levantar varias copas de campeonatos, inclusive haber enfrentado a varias
figuras –pasadas- del futbol nacional-, comenzó a trabajar en el sur del país
en una empresa metalúrgica y luego en otra empresa de ingeniería petrolera,
donde pudo formar su familia junto a su esposa Delina Britos del cual nacieron
sus hijos Mario del Tránsito, Edgardo Antonio y Marcela del Valle, quienes le
dieron 8 nietos y 2 bisnietos, para luego jubilarse.
En esa oportunidad quiso agradecer a su hermana Paulina por
haberlo acompañado por muchos años en su carrera deportiva en lo anímico y
familiar.
Éste medio de prensa pudo observar que a pesar de las
décadas que transcurrieron, la gran figura de Mario "El Chueco” Reyes perdura
en las personas que peinan algunas canas.
Sin lugar a dudas, el Club Andino pierde uno de los
jugadores más destacado en su historia deportiva, por el nivel deportivo sin
precedente que llegó a pesar las innumerables carencias que existían en
aquellos años. Además de ser un hincha fanático de éste, su querido club fiambalense.
Fuente: elabaucandigital.com