Con el propósito de maquillar la prematura eliminación en
Copa Libertadores, a manos de su tradicional rival, River Plate, y de vengar la
abultada caída del domingo pasado con Aldosivi de Mar del Plata (0-3), el
equipo de Rodolfo Arruabarrena dio un paso en el aspecto anímico.
Pero en el futbolístico, el conjunto xeneize quedó
verdaderamente en deuda, porque no encontró jamás los caminos claros al gol,
abusó del pelotazo y hubo momentos en los que fue auténticamente inofensivo
ante un adversario entusiasta pero limitado en su propuesta.
El 'Globo' mendocino, cuya parcialidad armó una verdadera
fiesta en las tribunas y metió cerca de 8 mil personas en una de las cabeceras
del estadio, planteó un partido acorde a las características de jugadores de
una y otra institución.
A sabiendas de poseer un plantel nítidamente inferior en
calidades, el equipo del Federal B (debutará este domingo ante Atlético
Argentino de Mendoza) diseñó un dispositivo pegajoso que buscó encimar en el
medio, impidiéndole a los futbolistas xeneizes sacar ese primer pase que
pudiere lastimar.
En este contexto, entonces, Huracán redujo prácticamente sus
posibilidades de acercarse a la valla de Agustín Orión, pero peleó intensamente
la pelota en el medio, sobre todo en los 45m. inaugurales, cuando impidió que
Boca tuviera precisión y profundidad en los últimos metros de la cancha.
Pese a lo apuntado, el elenco xeneize tuvo sus chances en un
tiro libre de Nicolás Colazo que el arquero Emir Basabe mandó al córner (20m.)
o en un desborde de Osvaldo -el mejor en ese período- que no pudo ser conectado
por Chávez, cuando los defensores de Huracán ya habían quedado desairados.
En el segundo tiempo, Boca adelantó sus hombres, consiguió
algo de frescura con el ingreso del uruguayo Nicolás Lodeiro, pero siguió
padeciendo con un circuito de juego inconexo, que favoreció los despejes de los
cada vez más apurados zagueros del 'Globo' lasherino.
A los 11m. hubo un remate fuerte de Chávez que el
guardavallas descolgó del ángulo y un minuto más tarde, un disparo de Fernando
Gago (intermitente) salió desviado.
La entrada de Jonathan Calleri le permitió a Boca juntarse
mejor en los últimos metros de la cancha y empezar a merecer, solamente por
inercia, una victoria que recién se corporizó en los minutos finales.
Porque a los 40m., Osvaldo metió un pase del medio a la
derecha para Calleri, quien desbordó y mandó centro ante la desesperada y
fallida salida de Basabe. El atacante que representa al seleccionado de Italia
cabeceó, la pelota pegó en el zaguero Adolfo Tallura y se introdujo en el arco.
Así, de ese modo tan poco ortodoxo, el equipo de
Arruabarrena logró destrabar el encuentro.
Sobre los 43m., en tanto, Marcelo Meli metió un pase
profundo para Chavez, quien disparo fuerte y abajo, junto al palo izquierdo del
golero mendocino. 2-0 y pasaje asegurado.