En esa época, se podía ver estos eventos en los noticiosos
en los cines «Argentina al día». Bikila era un atleta no convencional, no
practicaba en una pista.
Su trabajo de mensajero en el Ejército, lo obligaba a
recorrer grandes distancias, y encima, de apuro.
Y así fue nomás. Una fábrica se le acercó, tal vez Adidas, y
como él sentía aprisionados los pies con
zapatillas usuales, le hicieron unas con las que el atleta negro se sintió a
gusto.
Es así que el Comité Olímpico le previno que en la próxima
maratón, no correría sin zapatillas. ¿Cuales son esas zapatillas? Son esas con
una división entre el dedo gordo y los otros dedos, las cuales estuvieron muy
de moda hace un par de años por estas tierras.
Abebe, con zapatillas, ganó también en Tokio 1964. Regresó a Etiopía, y le hicieron honores de héroe nacional. El gobierno etiopé, en reconocimiento, le regaló un auto Volkswagen, al Sargento Bikila.
Al poco tiempo, el atleta se mató en un accidente con el auto que estaba aprendiendo a manejar.
Un poco más de Bikila
Bikila llegó a ser miembro de la Guardia Imperial de Haile
Selassie. Empezó a correr con 17 años, pero fue descubierto por el entrenador
sueco Onni Niskanen, quien le enseñó a correr.
Pasó a formar parte del grupo de héroes nacionales al
obtener la medalla de oro en la maratón de los Juegos Olímpicos de Roma 1960,
prueba que disputó descalzo.
En esa ocasión, completó la carrera en 2 h
Cuando comenzaron los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, el
estado físico de Bikila estaba bastante debilitado. Había sido operado de
apendicitis seis semanas antes de disputar la maratón, lo cual afectó su
programa de entrenamiento para dicha prueba.
No obstante, y aunque esta vez utilizó zapatillas, volvió a
obtener la medalla dorada y nuevamente estableciendo una nueva marca mundial: 2
h
Contaba el gran Abebe en los años 1960 que, para no
aburrirse en sus largas jornadas de entrenamiento por los campos etíopes, se
dedicaba a cazar aves y mamíferos a los que seguía animosamente durante los
En los Juegos Olímpicos de México 1968, Bikila fue afectado
por la altitud, viéndose forzado a abandonar la prueba tras haber recorrido
En 1969 el atleta se vio involucrado en un accidente de
autos cerca de Adís Abeba, en Etiopía, que le produjo una paraplejia. Bikila
nunca pudo reponerse totalmente del accidente, y falleció a los 41 años de
edad.
El estadio nacional de Adís Abeba fue nombrado en su honor.
Colaboración de Alberto Gallo