El último campeón del fútbol argentino,
Lanús, dio otro ejemplo de cómo se juega "el fútbol que le gusta a la
gente" y pese a que el marcador de 1 a 0 no reflejó su superioridad sobre
un Boca Juniors apático, sí dio muestras de que el presente del equipo dirigido
por Jorge Almirón es más eficiente que el de su antecesor Guillermo Barros
Schelotto, que volvió a estar parado en el banco de enfrente y como en la
primera vez también en "La Fortaleza" (0-2), cayó ante sus ex
dirigidos.
Lanús accionó en la medida que Boca lo dejó
hacer en la mitad de la cancha y esto quedó demostrado a los dos minutos cuando
una sucesiva acción con toques de primera derivó en un remate de Almirón que
desvió muy bien Guillermo Sara.
Este fue el preludio del porvenir de un
partido que tuvo a Lanús manejando la pelota y creando las mejores opciones,
pero también exponiéndose en defensa por cierta fragilidad de sus centrales.
Por eso no extrañó que Darío Benedetto
dispusiera de una gran oportunidad que terminó malogrando cuando ejecutó con
debilidad y sucumbió ante la atorada del arquero Fernando Monetti.
Después Lanús volvió por sus fueros y en una
acción penetrante Lautaro Acosta fue derribado por Santiago Vergini y el
consecuente penal derivó en un remate sobre el travesaño del paraguayo Brian
Montenegro, que reemplazó a José Sand como titular y de zurda lanzó por encima
del travesaño.
Las mejores opciones seguían siendo para el
'granate', que tenía en Miguel Almirón a su gran y desequilibrante figura.
Sin embargo el otro Almirón, Jorge, también
fue el responsable de que ganara Lanús, porque incluyó en la segunda parte a
Sand por Montenegro y al pibe Marcelino Moreno por Ciro Rius, y ambos fueron
vitales para lo que vendría.
Es que apenas superados los 20 minutos Moreno
desbordó por derecha, "limpió" literalmente a Juan Manuel Insaurralde
y desde el borde del área chica tocó para Sand, cuyo remate de primera rebotó
en el palo izquierdo y derivó en Acosta, que de derecha definió con un tiro
bajo y en esa misma acción se lesionó el muslo derecho, en lo que podría ser un
desgarro.
De allí en adelante parecía que Boca rompería
su inercia e iría por la paridad, pero eso nunca sucedió porque le faltaba
claridad al conjunto de Guillermo Barros Schelotto, que no encontraba claridad,
seguía siendo manejado por su rival y solamente podía meterse en partido si
Lanús se lo "permitía" con algunos extravíos defensivos.
Pero no tenían estas fallas su
contraprestación en la precisión ofensiva de los jugadores
"xeneizes", que no tuvieron esencialmente en la zona media con
Rodrigo Bentancur y Pablo Pérez, ni arriba con Benedetto y Carlos Tevez, a los
que se hicieran cargo de las gestiones más 'calientes' de su equipo.
Sebastián Pérez y Wilmar Barrios, los
colombianos que llegaron en estos días, pueden empezar a aportar soluciones si
el "Mellizo" empieza a darles rodaje, porque si bien Boca no se
enfrentará todos los domingos con rivales de la categoría de Lanús, tampoco
serán Ramón Santamarina de Tandil, al que venía de superar "con
susto" por 2 a 1 por Copa Argentina.
Para el último campeón, en tanta, reverdeció
laureles después de la caída con Independiente en Copa Sudamericana (2-0 en la
ida) y es la novena vez que Lanús gana el primer partido consecutivo cuando
debutó el partido.
Lanús y Boca volverán a verse las caras
próximamente por otra instancia decisiva, en este caso los octavos de final de
Copa Argentina. Y si los "Granates" vuelven a imponerse, los de la
Ribera se quedarán sin la Copa Libertadores del año próximo.