Antes de su inicio como futbolista, Chazarreta se desempeñó como monaguillo en la Iglesia de Leales, Tucumán, donde nació y dio sus primeros pasos como jugador en el Tucumán Central, de la Liga Tucumana de Fútbol.
Más tarde, junto a Eduardo Bacas, fue reclutado por Atlético Ledesma de Jujuy, equipo que entrenado por Ángel Tulio Zof, se erigía como uno de los clubes más fuertes del Noroeste argentino.
El paso siguiente, y más exitoso, lo daría también con "Don Ángel”, que se lo llevó a Rosario en su vuelta al "Caballa” donde salió campeón en 1980 y jugó la Copa Libertadores de 1981.
Como un auténtico trotamundos del fútbol, pasó después por Independiente
Medellín, Racing y Talleres de Córdoba, en distintas etapas, San Martín de Tucumán,
Hamilton Steelers y Toronto Blizzard del soccer canadiense, Chaco For Ever, San
Martín de Tucumán, Guaraní Antonio Franco para colgar los cortos en la "T”,
donde dejó un gran recuerdo.
Actualmente, con 62 años, está dedicado a la dirección técnica, actividad que inició en las inferiores del "tallarín” cordobés, al que luego dirigió en la B Nacional, alternando con diferentes pasos por Las Palmas con el que logró tres título de la Liga Cordobesa y condujo en el Federal "C” de 2015 y más tarde en el Federal "B” de 2016. También estuvo en Atlético Pilares de la Liga de San Rafael, Mendoza.
Desde esta semana, está al frente de Unión Aconquija, con el
que este jueves nomás, tendrá su primera prueba de fuego, enfrentando nada
menos que a San Lorenzo de Alem, en el clásico catamarqueño del Federal "A”, a
jugarse en la ciudad de Belén.