El Dakar 2018 largará en Perú y terminará en Córdoba

Será del 6 al 20 de enero. Aunque el recorrido recién se conocerá en noviembre, firmes trascendidos indican que pasará por Catamarca el 16 y 17 de enero.
miércoles, 22 de marzo de 2017 17:17
miércoles, 22 de marzo de 2017 17:17

La 10ma. edición del Rally Dakar en Sudamérica ya se comenzó a palpitar en París, donde fue presentada la 40ma. edición (la 39na. de competición, ya que la de 2008 fue suspendida a última hora por las amenazas de atentados en el norte de África).

La prueba se disputará del 6 al 20 de enero y, aunque el recorrido se conocerá recién en noviembre, los organizadores informaron que la partida será en Lima, lo que marcará el regreso de Perú desde 2013, el día de descanso en La Paz (Bolivia) y la llegada en Córdoba (Argentina).

"La décima edición del Dakar sudamericano saldrá de Lima el 6 de enero y llegará a Córdoba el 20 de enero", indicó Etienne Lavigne, director de la prueba. "Hace diez años que trabajamos en el continente. El Dakar en Sudamérica es fantástico, es una experiencia única. Hemos realizado recorridos de excepción, recorridos fantásticos y hemos estado en países apasionantes como Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Paraguay", agregó.

Si bien hoy no se dio a conocer el recorrido, todos los indicios anticipan que la competencia seguirá pasando –como todas las ediciones en Sudamérica- por Catamarca. Así lo anticiparon varios medios de prensa, como El Liberal de Santiago del Estero, que apuntó que esa provincia podría "tener un tramo competitivo cuando se produzca el paso hacia Catamarca”.

Y el diario MZA24, que anticipa que Mendoza "no estará” en esta edición de la tradicional carrera, adelantó un cronograma tentativo, donde ubica a Catamarca como llegada de la etapa 10, el 16 de enero, procedente de Salta; y como salida de la Etapa 11 el 17 de enero, con destino a San Juan.

La gran novedad para 2018 será el regreso cinco años después de Perú, que reafirmó su intención de albergar el Dakar pese a las fuertas lluvias y dramáticas inundaciones provocadas por el fenómeno del "Niño". "No creo que haya riesgo sobre su presencia en el rally. Estamos en contacto día a día con los responsables peruanos. Tenemos una buena organización y ellos quieren mantener el evento. Hablamos además de un evento que será en enero, hay mucho tiempo hasta entonces", explicó Lavigne.

Si las condiciones son las deseadas y no hay contratiempos de última hora, los participantes del Dakar-2018 comenzarán su aventura en Lima (6 de enero) y pondrán rumbo al sur, con dirección a Bolivia, donde está prevista una jornada de descanso el 12 en La Paz. Después la caravana afrontará la segunda parte de la prueba con destino a Córdoba, donde está programada la meta final para el día 20. Los detalles de las diferentes etapas y el nombre de los participantes se presentarán el próximo mes de noviembre.

"Hace cinco años que no hemos ido a Perú, un país que en su época dejó huella y que existía un verdadero deseo de los participantes de regresar. También el Dakar puede contribuir a lanzar una mirada positiva de un país que tiene una gran capacidad de levantarse", resaltó Lavigne. El país tuvo que abandonar la idea de participar en la edición 2016 para concentrarse en la gestión de los riesgos relacionados con este fenómeno climático devastador. Además, el último Dakar estuvo marcado por las malas condiciones meteorológicas. Dos etapas, la 6ª y la 9ª, fueron anuladas y otras tres recortadas. En total se anularon 1.495 kilómetros cronometrados de los 4.093 previstos inicialmente, es decir, más del 30% del recorrido.

Pese a eso, la edición 2018 tendrá 14 etapas, dos más que la pasada, y "un recorrido denso, con todos los ingredientes del Dakar pero muy concentrados", aseguró el director del Dakar en una entrevista con Efe. Lavigne trabaja en los últimos detalles del trazado junto a su director deportivo, el español Marc Coma, y juntos decidieron darle un gran preso a Perú en este Dakar, con seis etapas centradas en el desierto.

De ahí, la caravana dakariana atravesará la frontera hacia el altiplano boliviano, donde la altura volverá a jugar un papel importante. Será la cuarta incursión del rally en Bolivia, que se consolida como uno de los escenarios de la carrera y que, como ya sucedió este año, no se circunscribe al salar de Uyuni.

Tras una jornada de descanso en La Paz, el rally bajará al noroeste argentino, rutas ya conocidas del único país que se ha mantenido fiel durante las diez ediciones latinoamericanas. Allí, claro, el calor será un factor determinante.

Por vez primera, el Dakar acabará en Córdoba, calificada por Lavigne como "la capital del deporte mecánico en América Latina", escenario de un multitudinario rally de carreras al que le tomarán prestadas algunas de sus rutas.

De esta forma, y por tercer año consecutivo, Chile, que estuvo en las siete primeras ediciones pero se retiró de la octava, no figurará en el tránsito del rally. El director de la carrera reconoció que hubo contactos, pero que el Gobierno chileno proponía pasar solo por la región de Iquique y no quería asumir las condiciones financieras propias de la organización, por lo que no se llegó a un acuerdo. Tampoco repite Paraguay, que el año pasado se convirtió en el quinto país en inscribir su nombre en la leyenda del Dakar.

Aunque ya se trata de la décima edición fuera de África, el Dakar tiene pensado quedarse por estas latitudes. Lavigne confesó este miércoles que tiene "un sueño" para una edición del futuro: contar con Colombia y Ecuador, dos países que todavía no se estrenaron como anfitriones del evento, para un rally que pasaría por seis países del continente y que uniría Santiago de Chile con Cartagena de Indias. Pero eso es únicamente un deseo que no tiene por ahora fecha.