Uruguay y Argentina tienen los precios más caros de naftas en Sudamérica

Argentina se ubica entre los 50 más caros del mundo y ocupa el segundo lugar de Sudamérica, detrás de Uruguay. Además, se alejó del promedio mundial cuando un año antes se encontraba incluida en ese parámetro.
martes, 30 de junio de 2015 09:03
martes, 30 de junio de 2015 09:03

El precio medio del litro de nafta súper en todo el mundo es de 10.24 pesos argentinos según estima el portal Globalprices.com. De acuerdo a esta estimación, tras el último aumento, el valor en los surtidores de nuestro país se ubica 20 por ciento (y hasta 40 en el interior) por encima de esa marca cuando un año antes se encontraba incluida en ese parámetro.

El informe señala también que Argentina (12.20) ocupa el puesto número 50 entre los más caros del planeta y el segundo lugar de Sudamérica, detrás de Uruguay. En la región la secundan Chile, 11.22; Paraguay, 10.54; Perú, 10.16 y Brasil, 9.69.

Globalprices.com destaca que no hay diferencia sustancial entre los distintos países. Como regla general, apunta que los más ricos tienen los precios más altos, mientras que los países más pobres y los países que producen y exportan petróleo tienen los suyos significativamente más bajos. Una excepción es los Estados Unidos, un país económicamente avanzado pero de nafta barata.

Sin embargo, explica que las asimetrías se deben a los diferentes impuestos y subsidios, ya que los países tienen acceso a los mismos precios del petróleo en los mercados internacionales. En algunos casos, como en Venezuela, el gobierno los subsidia, arrojando como resultado un valor final de 14 centavos, catalogado como el más bajo del mundo.

La situación en la Argentina

Argentina se encuentra ajeno a las variaciones del precio del barril de crudo, que por ser su materia prima esencial, regula la cotización de los derivados. A principios de año el ministro de Economía junto a las empresas del sector acordaron fijarlo en 77 dólares -30 por ciento de la última valuación- con el objetivo de sostener la actividad petrolera.

Incluso, y para apuntalar esta decisión, el gobierno resolvió eliminar los beneficios tributarios a la importación de combustibles mientras el precio interno sea superior al valor de compra en el exterior.