El IPOD agrícola descendió 3,1% y el ganadero 9,9%.
Igualmente, hay productos como la Mandarina que mantienen diferencias
alarmantes (19 veces). Si se promedian los importes, el agricultor recibió el 27,9%
del valor que pagó el consumidor, mejorando 3% su participación frente a enero.
El IPOD es un indicador elaborado por la Confederación
Argentina de la Mediana Empresa (CAME) para medir las distorsiones que suelen
multiplicar por varias veces el precio de origen de muchos alimentos
agropecuarios en el recorrido desde que salen del campo y hasta que llegan al
consumidor. Esas diferencias son muy dispares según producto, región y tipo de
comercio.
En general, las desigualdades están determinadas por comportamientos
especulativos de diferentes actores del mercado. Básicamente de las grandes
cadenas de comercialización que se abusan de su posición dominante en el
mercado, más allá de factores comunes como la estacionalidad, o los costos de
almacenamiento o transporte.
Los precios de los productos agrícola-ganaderos se
multiplicaron por 4,75 veces promedio en febrero en el trayecto que hicieron
desde el campo al consumidor. Eso significó una mejora mensual de 4,3% frente a
enero (cuando la brecha fue de 4,96 veces) aunque igualmente se encuentra en
niveles muy elevados para una gran cantidad de alimentos.
Lo que explica la reducción de la diferencia fue la mejora
en las disparidades de la Manzana, la Naranja, Pera, Acelga y Ajo, donde se
combinaron progresos en los valores al productor con caídas en los importes al
público.
Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino
(IPOD) elaborado por el Área de Economías Regionales de CAME para una canasta
de 25 alimentos agrícolas-ganaderos que se consumen en fresco. Para elaborar el
indicador se tomaron montos diarios online de los principales supermercados del
país y más de 200 precios de verdulerías y mercados para cada producto.
En febrero, el IPOD agrícola alcanzó un valor de 4,99,
bajando 3,1% frente a enero y 10,8% en relación a febrero de 2016. El IPOD
ganadero, en tanto, se ubicó en 3,81 descendiendo 9,9% frente al mes anterior y
5,2% cuando se lo compara con la cifra de un año atrás.
La participación del productor en el importe de góndola
subió por quinto mes consecutivo al ubicarse 3% por encima de enero. Para el
promedio de los alimentos, el agricultor recibió el 27,9% del precio que pagó
el consumidor (vs 27,1% en enero).
Los productos agrícolas con mayores brechas de montos en el
mes fueron: la Mandarina, con una brecha de 19,42 veces, seguido por la Pera
con una distorsión de 8,33 veces y la Manzana 7,65 veces. En tanto los
alimentos donde menos se multiplicaron los valores desde que salieron del
campo, fueron: la Papa con una disparidad de 1,86 veces, y la Zanahoria 1,91
veces.
De los 25 alimentos agrícolas-ganaderos que integran la
canasta del IPOD relevados en febrero, en 16 bajó la brecha, y en 9 aumentó. De
todos modos hubo subas fuertes como la que sufrió el Brócoli y el Zapallito.
Precios de origen vs. precio destino
La mejora del IPOD en febrero se explica por un aumento
promedio de 3,1% en los costos de origen y una caída promedio de 1% en los
precios destino. Hubo 12 productos donde mejoraron los montos de origen y
cayeron los importes al consumidor, estos fueron:
- Acelga: los valores promedio al productor subieron 37,4%,
de $6,7 a $9,2, y los importes al consumidor cayeron 3,8% (de $24,3 a $23,3
promedio). Así, la brecha de precios en este producto bajó 1,09 veces en
febrero, de 3,64 veces a 2,55.
- Ajo: la valía al agricultor aumentó 36%, de $2,5 a $3,4, y
los montos al consumidor descendieron 8,5% (de $12,6 a $11,5 promedio). Así, la
diferencia en este producto se redujo de 4,02 veces en enero a 3,38 veces en
febrero.
- Manzana: los precios, siempre en promedio, al productor se
elevaron 15,8%, de $4,2 a $4,8, y los costos al consumidor cayeron 23,2% (de
$48,1 a $37,0). Así, la disparidad se achicó de 11,64 veces en enero a 7,65
veces en febrero, siendo el alimento con mayor caída en la distorsión.
- Naranja: los montos al agricultor subieron 17,2%, de $3,0
a $3,6, mientras que para el consumidor tuvieron un declive de 16,4% (de $19,5
a $16,3 promedio). Así, la desigualdad en este fruta tuvo una rebajó de 6,42
veces en enero a 4,58 veces en febrero.
Aunque en menor medida, otros productos donde también
mejoraron los precios al productor en el segundo mes del año y simultáneamente
bajaron los importe al público fueron: Cebolla, Pera, Zanahoria, Huevo, Carne
de Pollo, Carne de Ternera y Carne de Cerdo.
Variación de la brecha
La brecha promedio de los productos agrícolas-ganaderos bajó
de 4,96 veces en enero a 4,75 veces en febrero.
Entre las mejoras más importantes se destacó la Manzana,
donde la diferencia disminuyó 3,88 veces (de 11,54 veces a 7,65), seguida por
la Naranja, con una reducción de 1,84 veces (de 6,42 veces en enero a 4,58 en
febrero), el Ajo, donde la distorsión se achicó 1,64 veces (de 5,02 veces a
3,38), la Pera, con una caída de 1,26 veces para ubicarse en 8,33 veces, y la
Acelga, donde la disparidad declinó 1,09 veces.
En cambio, la suba más fuerte en la brecha en el mes se
produjo en el Zapallito, donde la diferencia entre precios de origen y destino
ascendió a 2,55 veces y el Brócoli, con un aumento de 2,10 veces.
Incidencia del Productor
En febrero la participación del productor en el costo que
pagan los consumidores (otro indicador que resume la distorsión que se genera
en el valor durante el circuito logístico del sector agrícola-ganadero) aumentó
3%, de 27,1% en enero para el promedio de los alimentos relevados a 27,9% en
febrero. Si se mide desde que comenzó este relevamiento, la comisión promedio
del agricultor subió 21,3%.
Los productos con menos participación del productor en el
precio en febrero fueron la Mandarina (5,2%), la Pera (12,0%) y la Manzana
(13,1%).
Los mercados de abasto
Un dato interesante a mirar, es lo que sucede con los
precios de los productos agrícolas ganaderos hasta que llegan a los mercados de
abasto.
Si se toman los 20 alimentos para los cuales se recibieron
importes de los mercados de abasto en enero, en promedio, los montos se
multiplicaron por 2,4 veces. Esto es hasta que llegaron a los más de 20 ferias
concentradoras que hay en el país, incluyendo el Mercado Central, y por 2,2
veces desde que salen de esos mercados y hasta que llegan a la góndola.