El índice de desempleo juvenil trepó hasta un 24,3%, tres
veces más que la tasa general. Según publicó La Gaceta, la tasa de desocupación
en las mujeres es de 10,2% frente al promedio nacional de 9,2%, y en el caso de
las mujeres de hasta 29 años trepa a 20,1%, informó ayer el Instituto Nacional
de Estadística y Censos (Indec).
El organismo amplió los datos del empleo, dividiéndolos por
edad, sexo, y da a conocer el nivel educativo de la población, al término del
primer trimestre de 2017. Con una tasa de desocupación de 9,2%, el nivel de
desocupación para los varones de hasta 29 años trepa a 17,2%.
Lejos de mejorar, la situación de desocupación en el Gran
Tucumán-Tafí Viejo se profundiza entre los jóvenes. De acuerdo con los
registros oficiales, la tasa de desempleo entre las mujeres de hasta 29 años
trepó del 21,1% al cierre del año pasado al 24,3% medido para el primer
trimestre de este año.
El salto es mayor si se lo compara con el segundo trimestre
del año anterior, el dato más cercano sobre la evolución interanual, ya que los
previos fueron puestos a revisión por parte del Indec. En ese caso, el
desempleo juvenil femenino trepó casi 10 puntos porcentuales.
La situación tiende a revertirse entre los jóvenes
tucumanos, menores de 30 años. En este sentido, la tasa bajó del 20,1% al
segundo trimestre de 2016 al 13,1%. En el NOA, los peores índices de
desocupación juvenil los tiene el Gran Catamarca: 28,2% para las mujeres y
25,5% entre los hombres. En cambio, Santiago del Estero-La Banda registra un
desempleo de 1,6% entre ellas y del 5,2% entre ellos.
En la Argentina hay más de 1 millón de jóvenes dentro del
grupo "ni-ni” (ni estudian ni trabajan). Y en Latinoamérica, los casos suman 30
millones. Un estudio realizado por la consultora Adecco Argentina arrojó que
seis de cada 10 jóvenes creen que su edad es una limitante para insertarse en el
mercado laboral, además de que la experiencia laboral es el principal factor
(89%) tenido en cuenta por los empleadores en las búsquedas para perfiles
jóvenes.
En un mundo cambiante donde la digitalización y la
globalización están transformando el trabajo, hay un desajuste entre lo
aprendido y las habilidades requeridas. Es necesario realizar una reforma de
raíz, no sólo de la currícula escolar, que necesita estar más en sintonía con
las exigencias laborales, sino también con la regulación del mercado y de las
actitudes hacia el trabajo, sugiere la consultora.
Además de la experiencia, es importante contar con una
combinación de habilidades adecuadas para destacar del resto. Algunas de ellas
serán habilidades duras, especialmente en los ámbitos de la ciencia,
ingeniería, tecnología y matemáticas, para satisfacer la creciente demanda de
empleados con conocimientos técnicos y digitales.