El Ministerio de Educación viene desarrollando una política educativa de memoria cuyo objetivo principal es acompañar y facilitar la tarea de enseñar en las escuelas estos temas tan complejos como dolorosos.
Esta
política inscribe sus acciones en el marco general de la Ley Nacional de
Educación N° 26.206 que en su artículo 3° señala: "La educación es una
prioridad nacional y se constituye como política de Estado para construir una
sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el
ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los Derechos Humanos y
libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la
Nación”.
A treinta y cinco años del último golpe de Estado el desafío de la educación es promover explicaciones sobre una de las experiencias más traumáticas de nuestra historia nacional y habilitar preguntas que sirvan para comprender el pasado desde el tiempo presente y que nos permitan construir un futuro deseable.
En el mismo sentido, la tarea supone la reconstrucción de aquella experiencia atendiendo a los diferentes modos en que fue vivida a lo largo del territorio nacional. La búsqueda debe ser la edificación de un relato plural que contemple las memorias de las pequeñas localidades y de los principales centros urbanos; y que incorpore las voces del norte, centro y sur del país.
A su vez, esta pluralidad deberá atender a los matices generacionales
prestando atención a las transformaciones que las distintas épocas imprimen en
los modos de ser jóvenes y adultos.