Invitado por
"Los escritores por
lo general vivimos encerrados en nuestras bibliotecas, detrás de nuestros
escritorios. Para nosotros el lector es una suerte de conjetura. Así que de
pronto venir a una charla y ver materializarse al lector en cada uno de ustedes
es muy fuerte”, dijo al inicio para romper el hielo.
Haciendo una analogía con el ajedrez, dijo que aunque en un
libro el autor crea estar siempre ganando la partida –porque es quien decide
cómo avanza la obra- "la última jugada siempre la tiene el lector, que es quien
le termina de dar sentido al texto”.
Psicoanalista de profesión, Andahazi creyó importante
desandar su historia familiar para contar de dónde viene su vínculo con la
literatura. Así, los lectores catamarqueños supieron que su abuelo materno,
inmigrante ucraniano, llegó a tener una editorial y que la biblioteca que
acumuló tras toda una vida de trabajo terminó quemada en un baldío del frente
de su casa, cuando llegó al poder la última dictadura. "Yo lo vi desde la
ventana del departamento y para mí fue verlo como inmolarse. En ese momento
decidí que algo quería hacer con la literatura”, contó.
Andahazi contó con humoradas las desventuras que atravesó
para pasar de ser autor inédito a autor publicado, y narró una vez más el
"empuje” que supuso para su carrera literaria, incipiente por entonces, cuando
Premiada y publicada por editorial Planeta finalmente, El
Anatomista terminó traducida a más de 30 idiomas y le permitió a Andahazi
desarrollar una sostenida carrera literaria y también ensayística.
El autor fue develando el origen de los personajes de sus
libros –muchos de existencia real y concreta- e hilvanando con destreza
narrativa cómo un dato que le quedaba rondando a partir de un libro se
convertía después en la punta para crear su próxima novela y así, logrando
armar una cadena entre eslabones que estaban muy dispersos en tiempo y espacio.
Trazando un paralelismo con el "descubridor” de América,
Andahazi contó su fascinación cuando, investigando para una de sus novelas,
supo que hubo en 1559 un médico llamado Mateo Colón que "descubrió” y describió
para la ciencia el clítoris. Y relató cómo descubrir a ese personaje que la
historia se había encargado de ocultar fue la base de su escritura urgente de
"El Anatomista”.
A partir de las preguntas del público fue dando cuenta de
las razones e inspiraciones de sus distintas obras y dedicó un párrafo especial
para hablar de los tres tomos de