En el primer día del Triduo Pascual, la Iglesia conmemora la
Ultima Cena de Jesús, la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio y el
Lavatorio de los pies, en que Jesús proclama el mandamiento del amor.
Durante esta celebración, el Obispo tomará una toalla y una
bandeja con agua y lavará y besará los pies de doce niños y adolescentes, en
este año dedicado a ellos como opción pastoral, recordando el gesto de Jesús
con sus apóstoles en la Ultima Cena. Este signo de amor y humildad es la
enseñanza de Jesús que manda seguir su ejemplo de servicio.
En esta Eucaristía se recuerda la última cena del Señor,
antes de su Pasión y su muerte, en la que convierte el pan y el vino en su
Cuerpo y su Sangre, instituyendo los Sacramentos de la Eucaristía y del Orden
Sagrado, al dejar el mandato a sus apóstoles: "Hagan esto en memoria mía”.
Al finalizar la misa, se reserva la Eucaristía consagrada en
un lugar especial del templo, llamado monumento, fuera del Sagrario, y se acompaña
en oración al mismo Jesús.
También esta noche se acostumbra visitar siete iglesias o
templos, hacer una breve oración en la que se da gracias al Señor por todo su
amor al quedarse con nosotros.