Asimismo, el productor agradeció la colaboración de todos
los organismos y de los feriantes presentes rescatando la importancia de formar
parte de estos eventos dado que más allá de la comercialización de sus
productos se expone "nuestro trabajo, que lo hacemos sol a sol para tener lo
que se trae para vender, agradecemos a los artesanos que vienen desde lejos y
se preocupan por trabajar porque es lo mejor trabajar la tierra, para tener,
para producir y para seguir adelante. Por ello, quiero decirles a los jóvenes
que pueden trabajar, pueden producir la tierra para salir adelante porque es lo
mejor. La juventud tiene que trabajar la tierra porque la tierra siempre da”,
recalcó
Por su parte, Luisa Brizuela profesional del INTA Belén, y
coordinadora del Proyecto Regional "Aportes al Desarrollo Territorial de la
Puna y Valles Áridos de Antofagasta de la Sierra, Belén y Santa María”, recordó
el transcurso de las ferias y lo que implicaba el evento en sus inicios que
residía en la exposición y venta para luego transformarse en un evento
cultural.
Cultivo ancestral
También remarcó que la quínoa, uno de los productos andinos
que en ella se expone, se comenzó a recuperar a partir de la iniciativa de los
productores de Villa Vil, Laguna Blanca y Los Morteritos caracterizada como un
cultivo ancestral. "Este tesoro se había perdido y son los productores lo que
deciden recuperarlo, ahora todos hablan de la quínoa, gran parte de los saberes
que se tienen en el norte del país sobre la quínoa, dependen de lo que se hizo
en esta zona, recuperar un cultivo no es fácil y acá se lo ha hecho y hoy se lo
vende”, expresó Brizuela.
Incentivar a los jóvenes
El intendente de Villa Vil, Ramón Villagra se plegó al
mensaje del productor sobre la necesidad de incentivar a los jóvenes al trabajo
de la tierra. "Es necesario que no se pierda la cultura y hoy siguen mostrando
hacia todos lados lo que sus manos hacen en la artesanía, comidas con productos
de la zona, es un orgullo para mi ver esta séptima edición de la Feria Andina.
No vamos a bajar los brazos para seguir acompañando a nuestros productores y a
nuestros artesanos, porque es esa gente la que hace patria trabajando la tierra
en cada rincón de nuestro de departamento y que viene desde tan lejos para
mostrar lo que hace diariamente”.
La feria
Se trata de un evento que desde siete años se viene
organizando junto a instituciones del medio local con el objetivo de promover y
revalorizar las producciones artesanales como así también los cultivos de la
zona.
El espíritu de la Feria reside en la necesidad e inquietud
de los propios pobladores sobre el rescate y revalorización de sus prácticas
cotidianas y de su cultura ancestral
como la Corpachada, el culto al Coquena y el respeto a la Pachamama. En relación
a los cultivos típicos de la zona (papa y maíz andino, quínoa y kiwicha) se
destacan los alimentos que se elaboran a partir de esos cultivos como la
empanada andina, flan de quínoa, jamón de llama, chacinados y salazones de
llama y oveja. Aparte de saborear las comidas típicas, se promocionan otros
productos como prendas de llama y vicuña, pullos y ponchos de ovejas, hierbas
medicinales de la puna que además de sus atributos propios, evocan un
territorio, un medio natural, una cultura y un modo de vida.