La Santa Misa fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons.
Luis Urbanc, y concelebrada por sacerdotes del clero local, entre ellos el
Párroco y el Vicario Parroquial de Belén, Pbros. Víctor Hugo Vizcarra y Luis
Delgado, respectivamente; el flamante párroco de Capayán, Pbro. Marcelo Amaya,
quien se hizo cargo de esta comunidad en horas de la mañana; el Pbro. Dardo
Olivera, quien acompaña la tarea pastoral en la parroquia Nuestra Señora de
Luján, con sede en Chumbicha; y el diácono Diego Manzaráz.
Participó de la ceremonia una gran cantidad de fieles, qua
se dio cita en la escuela N° 995 Samuel Lafone, donde se llevan a cabo las
celebraciones eucarísticas hasta tanto se acondicione el templo parroquial. En
la oportunidad, se destacó la presencia de la imagen de la Virgen Peregrina de
Belén, que llegó acompañada por un grupo de personas de ese departamento
vecino, y también la presencia de fieles de la parroquia Nuestra Señora de
Luján, que llegaron para acompañar al P. Pachado hasta su nuevo destino.
Durante su homilía, el Obispo Diocesano agradeció "al Padre
Hugo Rodríguez, quien se hizo cargo de la atención de la parroquia durante tres
meses, a todos los presentes, a la gente
que vino de Belén trayendo la imagen peregrina de la Virgen de Belén, y de la
parroquia de Nuestra Señora de Luján que acompañó al Padre Pachado, a los
andalgalenses por sus oraciones, por su paciencia”, expresó, a la que vez que
pidió a Dios que "aprendan de su Santo Patrono San Francisco de Asís, de su
vida de humildad, de pobreza, de quererse configurar cada vez más con
Jesucristo. Les pido de corazón que acepten este desafío tan grande, que San
Francisco de Asís sea muy querido, que nos pueda ayudar a vivir el seguimiento
de Jesús. Esta será una las misiones del Padre Moisés, hacer que se meta a
fondo esta devoción a San Francisco de Asís, que cobra particular fuerza porque
nuestro Papa ha querido tomar el nombre de este Santo para mostrar al mundo que
la Iglesia quiere ser una Iglesia pobre para los pobres, una Iglesia servidora,
cercana, misericordiosa, compasiva, siempre dispuesta al diálogo”.
El Pastor Diocesano recordó que a partir del 15 de agosto
iniciará la visita pastoral a esa comunidad parroquial, y consideró que será
"un hermoso momento para ir acercándose al Padre Moisés, conociendo las
comunidades que va a acompañar”.
En otro tramo destacó la necesidad de promover las vocaciones sacerdotales y religiosas. "Son
una comunidad grande, muchos participan de la misa, así que ruego a Dios que
pueda iluminar, fortalecer al Padre Moisés para trabajar mucho y apuntalar la
pastoral vocacional en esta gran ciudad y en todo este gran departamento de
Andalgalá”, manifestó.
Asimismo, llamó a todos a trabajar en la Misión Diocesana
Permanente, ya que "quedan seis años para llegar al 2020, en que celebraremos
los 400 años del hallazgo de la imagen bendita de Nuestra querida Madre del
Valle. Los animo a todos a que se sumen y que el Padre Moisés se sume a ustedes
para encarar esta hermosa tarea de la evangelización, de la Misión Diocesana
Permanente, y de aprovechar siempre esos temas específicos que nos ponemos cada
año, el año pasado los jóvenes, ahora los niños y adolescentes y el año que
viene será el de los laicos, que esto ustedes lo asuman como un desafío, se
pongan la mochila al hombro y a caminar”.
Al referirse al nuevo párroco expresó: "Al padre Moisés
cuídenlo, con ese espíritu de vivir la comunión, de vivir en el espíritu de la
participación, de trabajar juntos, de llorar juntos, de reírse juntos. El
sacerdote es un hermano mayor, un padre, un sacerdote es el pastor, el amigo
que acompaña, que consuela, que fortalece, que enseña, que orienta, que
corrige, eso es el Padre”.
En la ocasión, hubo emotivas palabras de despedida al P.
Hugo Rodríguez, quien acompañó a la comunidad en estos últimos meses, y también
de bienvenida al nuevo párroco.
La ceremonia continuó con la profesión de fe, el juramento
de fidelidad y la renovación de las promesas sacerdotales; además de la entrega
de los óleos, el pan y el vino, y las llaves del Sagrario, que el Obispo
depositó en las manos del nuevo párroco.