El recorrido por esa amplia y alejada zona de
En esta travesía de fe, el Pastor Diocesano es acompañado
por el Pbro. Moisés Pachado, quien asumió la conducción de esta parroquia el 27
de julio de este año, de tal manera que es una oportunidad para tomar contacto
con los fieles y conocer la realidad que viven en esa porción de
El primer punto de este itinerario fue la localidad de El
Lindero, donde fue recibido por el Intendente de Aconquija, Prof. Juan Carlos
Espinosa, jefes y efectivos policiales, representantes del Centro de Jubilados,
jóvenes y vecinos. Durante el acto protocolar, concretado en el ingreso a la
capilla de San Isidro, los pobladores resaltaron que la visita del Pastor
Diocesano a las comunidades más alejadas "tiene un profundo significado ya que
es la visita de un servidor de Dios, que tiene la noble misión de ser luz y
guía de tantos hermanos deseosos de encontrarse con Cristo y su Palabra”.
A continuación se leyeron los respectivos decretos del
Ejecutivo Municipal y del Concejo Deliberante declarando Huésped de Honor al
Señor Obispo, y el Señor Intendente hizo entrega de la llave del pueblo y de
los corazones de los habitantes del distrito andalgalense.
Este acontecimiento quedó grabado en las paredes del templo
del lugar a través de una placa recordatoria, que fue descubierta por las
autoridades presentes.
El jefe comunal se dirigió al ilustre visitante deseando que
"sus palabras nos orienten por el camino de la verdad, la humildad y la
sinceridad, que su mensaje ablande nuestros corazones para que lleguemos a ser
la comunidad que hoy necesitamos y queremos, unidos en la fe y el amor. Esperamos
que podamos llevar a nuestros hogares la fe que estamos esperando en este
momento. Agradecemos a Dios, a Nuestra Señora del Valle y a nuestro Señor
Jesucristo la posibilidad de tenerlo entre nosotros”.
El momento de oración se vivió en el interior de la capilla,
con la adoración al Santísimo Sacramento, tras lo cual Mons. Urbanc agradeció
el cordial recibimiento y dijo que "será una visita serena para estar juntos,
intercambiar opiniones, sentimientos y deseos, sobre todo plantearnos nuestra
vida cristiana, descubriendo qué espera Dios de nosotros como sus discípulos
misioneros que llevan esta buena noticia de Jesús a todos”.
Seguidamente atendió confesiones y celebró