Actuando como preventor de la salud y con las diarias visitas que se realiza a los comercios, se han registrado diferentes infracciones en despensas, kioscos, una distribuidora, un autoservicio, restaurantes y alimentos que estaban a la venta en puestos callejeros. En este último caso, se trata de tamales secuestrados por encontrarse a una temperatura mayor de 25° (temperatura ambiente), lo cual no corresponde por tratarse de un alimento perecedero que necesita frío para su conservación después de ser elaborado.
En todos estos rubros se incumplían las normas bromatológicas vigentes a la hora de la inspección, desde vencimientos en lácteos, fiambres, bebidas, productos cárnicos y de conserva, aderezos y embolsados; como así también la infraestructura y falta de higiene.
Falta de conciencia y responsabilidad
Según lo indicado por el área actuante, se procedió inmediatamente con la medida precautoria sobre un restaurante, por no haber cumplimentado con los arreglos edilicios solicitados por el Juzgado de Falta, en un plazo establecido desde mayo del corriente año.
En cuanto a los estrictos controles en higiene, sanidad, inocuidad y procedencia de los alimentos, todos los comerciantes son asesorados para evitar irregularidades en la venta de alimentos de consumo masivo, sin embargo, existen varias clausuras y secuestros preventivos en un mismo lugar.
En este sentido, cuando los infractores se convierten en reincidentes, desde el Juzgado de Faltas de abre una causa con una clausura preventiva y se estima un plazo con distintas alternativas para revertir la situación en el caso de higiene y de irregularidades edilicias.
Mientras que, en aquellos que son reiteradas veces intervenidos en el secuestro y decomiso de alimentos, se continúa con el procedimiento, más la suba de la multa que varía de acuerdo a las veces que resulte ser sancionado.
En ambas situaciones, la Subdirección de Bromatología es la encargada de verificar con los operativos rutinarios, el cumplimiento de todas las medidas preventivas, siempre contando con la colaboración de los vecinos, quienes tienen la responsabilidad de estar atentos la hora de consumir.