sábado, 30 de agosto de 2014
11:13
La fiesta se vivió en torno a
la Sagrada Eucaristía,
que el P. Mario presidió en el antiguo templo parroquial de San José, en Piedra
Blanca, el cual fue desbordado por una gran cantidad de fieles de Santa Fe,
Córdoba, Santiago del Estero,
La
Rioja y Catamarca, autoridades provinciales y municipales,
encabezadas por el Vicegobernador de
la Provincia, Dr. Dalmacio Mera, y el Intendente de
Fray Mamerto Esquiú, Dn. Humberto Valdez, quienes participaron de este feliz
acontecimiento.
Concelebraron
la Santa Misa los sacerdotes franciscanos Juan
Carlos Larcher (
La Rioja)
José Eduardo Zatti (Santiago del Estero), Luis Herrera y Gerónimo Martina
(Catamarca), y los presbíteros del clero diocesano José Antonio Díaz, Rector de
la Catedral Basílicay Santuario de Nuestra Señora del Valle; Oscar Alfredo Tapia, Delegado Episcopal
de
la Animación
Bíblica de
la
Pastoral; Juan Orquera y Héctor Salas, Párrocos de San
Antonio de Padua y San José Obrero, respectivamente, y Angel Nieva, Vicario
Parroquial de Santa Rosa de Lima. Luego se sumaron a los festejos el Vicario
General de
la Diócesis,
Pbro. Julio Quiroga del Pino y los Sacerdotes Lourdistas Bernardo Canal Feijóo
y Jerónimo Paz, quienes atienden la parroquia Nuestra Señora del Rosario de
Ambato.
Antes de comenzar la ceremonia religiosa, el Vicegobernador
de Catamarca, Dr. Dalmacio Mera, y la senadora Nancy Barros le hicieron entrega
de una placa recordatoria cuya inscripción destaca "la vocación y compromiso
sacerdotal, la fidelidad en la oración y el don de la alegría” del homenajeado.
También se dio lectura al decreto de
la Vicegobernacióndeclarándolo Ciudadano Ilustre.
El Pbro. Juan Orquera leyó la carta el Obispo Diocesano,
Mons. Luis Urbanc, quien se encuentra de visita pastoral en la parroquia San
Francisco de Asís, departamento Andalgalá, en la que expresa su alegría y
gratitud, a la vez que lo felicita por "la celebración de tantos años de
ministerio sacerdotal vividos fiel y laboriosamente”. Además, promete elevar
"oraciones por esta gracia plena y siempre unidos en
la Eucaristía rogaré para
que el Señor acreciente las vocaciones sacerdotales en su comunidad religiosa”.
Tras la proclamación de
la Palabra de Dios, durante
su homilía, el Padre Fuenzalida agradeció al Señor por el llamado a la vida
consagrada con la intervención de
la Virgen María. Y dijo que esta gracia es tan
grande que "me obliga a reflexionar qué significa servir a Cristo, qué
significa ser sacerdote, tanto en lo personal y en la feligresía, en los
bautizados. Esa cristificación, pensar y amar como Cristo. Tremenda
responsabilidad”, dijo, agregando que debemos "buscar la santidad, la
perfección, Cristo nos propone este camino: sean buenos, heroicamente buenos”,
entonces, "mostremos cómo se vive esa intimidad con Dios a través de la vida
sacerdotal”.
Después de elevar las plegarias de toda
la Iglesia, familiares del P.
Mario y miembros de la comunidad parroquial acercaron hasta el altar las
ofrendas del pan y del vino, que luego de la consagración se dieron como
alimento espiritual.
"Le agradecemos por todo el bien que ha sembrado y sigue
sembrando”
Antes de la bendición final, el P. Juan Carlos Larcher, en
nombre de
la
Provincia Franciscana, se refirió al P. Fuenzalida
manifestando que "es posible serle fiel a Dios. Es el sembrador fiel, que ha
puesto las manos en el arado y sigue arando porque hay muchas personas que
rezan por él. Los abrazos y muestras de cariño hacia el P. Mario significan que
ha sembrado bien y lo sigue haciendo”. Por eso "agradecemos a Dios por este hermano,
hombre de paz, de bien y de trabajo. Queremos hacer público nuestro
agradecimiento sincero por todo el bien que ha sembrado y sigue sembrando. Que
Dios lo colme de gracia”.
Por su parte, en representación de la comunidad,
la Prof. Lucía Cuello se
dirigió al sacerdote franciscano afirmando que "sus palabras, sus acciones
llevaron por el buen camino a muchos de los que estamos aquí, gracias a usted
conocimos, valoramos, queremos a nuestro Fray Mamerto Esquiú. Esperamos que
pronto el Señor nos bendiga con su santificación, sabemos que usted también lo
quiere”. También destacó que "es mucho lo que usted hizo en este pueblo, nos
enseñó a vivir en comunidad, nos consolidó como parroquia, nos mostró el amor
de Dios, nos acercó a la comunión, nos hizo conocer
la Palabra de Dios y tantas
cosas más”.
Finalizada la celebración eucarística, frente al templo
parroquial,
la Bandade Música de
la Policíade
la Provinciasaludó al P. Mario y acompañó el canto del Feliz Cumpleaños por parte de los
presentes, rubricado con calurosos aplausos.
Como corolario de esta fiesta, se sirvió una cena fraterna,
amenizada por el locutor Roberto Ibáñez, en la que se sucedieron los recuerdos
y las muestras de afecto hacia al sacerdote catamarqueño, quien hace 50 años se
entregó definitivamente al Señor siguiendo los pasos del Santo Pobre de Asís.