Los más grandes aseguran que históricamente esa mina estuvo registrada
en Catastro, como perteneciente a Andalgalá, mientras el senador de Belén
exige, casi infundadamente, que se determine que pertenece a Belén; mucho más,
sabiendo que el quid de la cuestión es el reparto de las regalías mineras, con
todo lo que ello significa.
Hasta el momento, es uno de los temas que plantea debate en legisladores
y opinólogos, con tanta negligencia, que se ha transformado en una discusión
bizantina porque pareciera que no se va a llegar a un acuerdo legal, por
supuesto perjudicando a Andalgalá, como siente la gente que más sabe de esta
cuestión.
En la mañana de ayer, estuvimos dialogando con algunos de
esos "sabedores” que con argumentos bastantes coherentes explicaban que el yacimiento
es andalgalense, que ni siquiera está en el límite departamental como Bajo de
Para estas semanas, y mientras los trabajos en la mina ya comenzaron,
se esperan definiciones, que de no ser las adecuadas, podrían generar algunas
situaciones de conflicto en las que alguien tendrá que mediar para que las
cosas no pasen a mayores.
Lo dicho el orgullo, la historial, la documentación
adulterada vaya a saberse por qué mente especuladora, y la soberanía como
pueblo autónomo, primero.