Tras su trágico deceso

Profundo pesar en el sepelio de Lautaro Sosa Rous, en Pozo El Mistol

Muestras de profundo pesar e incotenible congoja se produjeron este mediodía en el sepelio del joven estudiantes universitario y futbolista de 19 años, Diego Lautaro Sosa Rous, fallecido trágicamente ayer tras un grave accidente automovilístico ocurrido en la Av. de Circunvalación “Néstor Carlos Kirchner”, en jurisdicción del departamento Valle Viejo. Su madre Marcela Rous, quien también participó del siniestro hecho, sigue internada en grave estado.
miércoles, 25 de noviembre de 2015 13:54
miércoles, 25 de noviembre de 2015 13:54

La inhumación de los restos de Lautaro, como lo llamaban sus familiares y amigos, se llevó a cabo poco después de las 12 de hoy, en el Cementerio Municipal de Valle Viejo, ubicado en Pozo El Mistol.

Hasta allí llegó una desconsolada multitud de parientes, ex compañeros del Colegio Privado Nuestra Señora de Guadalupe de San Isidro, compañeros futbolistas de Obreros de San Isidro y otros clubes de la Liga Chacarera, varios de ellos vistiendo la camiseta "azulgrana” del citado club donde jugaba Sosa Rous, y vecinos de Las Chacras, para brindar el último adiós al infortunado joven.

De las exequias también participaron dirigentes deportivos de los clubes y la Liga Chacarera de Fútbol, como autoridades comunales y del Concejo Deliberante de Valle Viejo.

Fueros desgarradoras las escenas de incríble dolor frente al sepulcro, particularmente protagonizadas por jóvenes y adolescentes, acongojados en la despedida del apreciado amigo fallecido.

La madre sigue en estado grave

Mientras tanto, Marcela Rous, de 43 años, madre de Lautaro y quien, presuntamente, conducía el automóvil Peugeot 208 en el momento del luctuoso suceso, continúa internada en la sala de terapia intensiva del Hospital San Juan Bautista, donde en las últimas horas habría sufrido un paro cardio-respiratorio del cual pudo ser recuperada, según informaron sus familiares.

De todos modos, su estado sigue siendo grave, ya que presenta múltiples y severas lesiones en su cabeza, como en la columna vertebral, pulmones y otras sensibles partes del cuerpo. En principio se le practicaron curas superficiales como de recuperación de elementales funciones orgánicas y recién cumplida las 48 horas –mañana por la mañana- comenzarían las intervenciones quirúrgicas para atemperar y corregir los diversos politraumatismos sufridos en el accidente.