Se trata de la boa constrictor accidentalis, la serpiente más grande que habita en Argentina. De comportamiento solitario y nocturno, es carente de veneno y rara vez ataca al hombre, por lo que habitualmente es utilizada como mascota.
La caza indiscriminada y la
destrucción de su hábitat la convierten en un reptil casi extinto, motivo por
el cual se encuentra incluida en el listado de CITES (Convención sobre Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).
En Argentina, está considerada
con el grado de "En Peligro”, y en Catamarca como una especie protegida que su
caza y/o tenencia son severamente sancionadas.
Las lampalaguas carecen de veneno, poseen una gran musculatura y su boca dentada para atrapar a sus presas. Ellas matan por construcción, y entre sus alimentos favoritos aparecen lauchas y ratones, vizcachas, pájaros pequeños y lagartijas.