A punto de ser inaugurada oficialmente y con el ajuste de
los últimos detalles en marcha, este lunes se concretó una visita anticipada
para medios y periodistas.
Los trabajadores de prensa fueron recibidos por el ministro
de Obras Públicas Rubén Dusso, la secretaria de Cultura Patricia Saseta, el
subsecretario de Infraestructura Pública Sebastián Córdoba, el director de
Patrimonio Cultural Darío Rodríguez y el museólogo Eduardo López, de la
Fundación Cultural Patrimonium, quienes explicaron el trabajo llevado adelante
tanto en lo que respecta a la recuperación edilicia como en investigación
histórica, armado y montaje del guión museográfico del lugar.
La apertura de este espacio –que funcionará como museo y al
mismo tiempo como centro cultural- representa un verdadero hito en materia
cultural para la provincia y, por su concepción dinámica e interactiva, lo pone
a la altura de los principales centros culturales de la región.
El ministro de Obras Públicas destacó el valor arquitectónico
de la casa, construida por Luis Caravati durante la primera gobernación de
Navarro, entre 1856 y 1859. Y se comprometió a realizar el mantenimiento
necesario que un edificio de estas características demanda.
Por su parte, la secretaria de Cultura recordó que desde el
año 2006 habían iniciado algunas intervenciones al edificio pero que "el año
pasado la Gobernadora tomó la decisión de que esta obra se terminase para su
pronta inauguración, en el entendimiento de que la ciudad realmente está
viviendo una gran transformación y que esta obra sumaría mucho en ese sentido”.
Las obras se concluyeron a través de Obras Públicas, por
administración, bajo la dirección de los arquitectos Mariano Fuente, Marcos
Robledo y Sebastián Córdoba.
Saseta también explicó que la casa fue expropiada por ley en
1996 y que en esa ley se establecía el destino que tendría el lugar: "Casa de
la Cultura de Catamarca, centro de referencia del patrimonio cultural de
Catamarca y de cada uno de sus departamentos”.
Con ese destino como norte, se pensaron los contenidos de la
casa, que salen al encuentro del visitante a través de paneles, imágenes,
objetos recuperados o recreaciones de época.
La tecnología tiene un rol muy importante en todo el
recorrido. Puesta al servicio de la interpretación del patrimonio y aplicada a
partir de un importante trabajo de investigación multidisciplinario, permitirá
que la experiencia en las distintas salas sea mucho más interactiva.
A través de salas dedicadas al patrimonio textil,
arqueológico y gastronómico de Catamarca, la Casa invita a sumergirse en la
cultura local, a escucharla, a sentirla, a vivenciarla. La intención es que,
quien la visite, salga con ganas de conocer más sobre la provincia. Y, al mismo
tiempo, quiera volver y sentirse como un habitante más, generando propuestas
culturales, articulando realizaciones, participando de la vida que tendrá como
centro cultural.
El rescate de la historia misma de la casa, a través de las
personas que la habitaron y los usos que tuvo a lo largo de los más de 100 años
en que fue habitada, atraviesa el recorrido y se puede ver no solo en los
espacios que recuerdan la vida cotidiana de la familia de Octaviano Navarro
sino también en aquellos que evocan la historia de la tradicional confitería La
Esmeralda que, durante 60 años, funcionó en el lugar.
Como la intención es que el lugar se convierta en un espacio
de circulación y producción de cultura, a toda la propuesta museística se suma
la que ofrecerá como centro cultural. En lo sucesivo, la Casa albergará
exposiciones visuales, ciclos de música, de teatro, de poesía, presentaciones
de libros, entre otras actividades.