Llevaban dos llamas atadas en el baúl del auto, desde Catamarca a Santa Fe

Las dos llamas fueron rescatadas cuando una pareja las llevaba maniatadas en el baúl de un auto, a la altura de Deán Funes.
miércoles, 2 de septiembre de 2015 20:12
miércoles, 2 de septiembre de 2015 20:12

Salieron desde Catamarca con rumbo a Santa Fe. Las maniataron y se aseguraron de que entraran en el baúl de un Volkswagen Karat. Recién cuando el auto blanco ingresó este miércoles a la mañana a Deán Funes, llegó el momento de la liberación de Llamita y Llamón, las que estaban apretadas y casi adormecidas en la parte trasera de este vehículo. Ahora vivirán en el Tatú Carreta.

Personal de Gendarmería Nacional advirtió que algo extraño viajaba en la parte trasera del auto y los asientos estaban rebatidos para que haya más espacio en el baúl. Al detener a la pareja santafesina, los efectivos se dieron que en el interior había una llama marrón y otra blanca.

La primera (Llamita) no tiene más de cinco meses, hacía poco que había sido destetada, pesa 15 kilos y mide unos 50 centímetros de alto, por lo que los efectivos interpretaron que los dueños del auto la habían empujado para que entrara en el baúl junto con el otro animal, de mayor tamaño.

Llamón es la blanca, tiene casi un metro y pesa unos 25 kilos. A ambas se las debió alimentar y masajearles las patas para que pudieran caminar con mayor facilidad. 

Ante esta situación, Gendarmería Nacional dio aviso la Policía Ambiental de la Provincia. En el operativo estuvo Sebastián López, quien es jefe de inspectores en esta dependencia, quien relató a Día a Día cómo estaban los animales y qué destino tendrán.

"Como las personas no tenían ningún tipo de documentación para trasladar las llamas y no era la manera para transportarlas, porque iban maniatadas y en el baúl, se las retiró y se las recuperó”, confió el funcionario municipal.

Los dos animales quedaron asustados en medio de tanto operativo porque, una vez que fueron asistidas en Deán Funes, se las trasladó este miércoles a la tarde a esta Capital para un nuevo chequeo. 

A posteriori serán trasladadas al Tatú Carreta, camino a Cosquín, donde serán alojadas.

Ambas llamas presentaban síntomas de inmovilidad y se encontraban con un principio de deshidratación. Los dueños de los animales no pudieron explicar por qué no contaban con la documentación del Senasa. Fuente: Día a Día.