Es que consideran que esta comunidad carece de conducción
política, institucional y aún, religiosa, lo que sin dudas genera una serie de
desencuentros y odios y rencores emergentes y que solamente la Virgen podría
hacer el milagro de armonizarla.
Recordemos que la última vez que el obispo trajo la Sagrada
Imagen fue en el año 2012, un poco antes de que se descubra el deterioro
sufrido en el edificio como consecuencias aún desconocidas.
Las personas aún recuerdan aquella jornada en la que la
comunidad entera, se unió en oración, pidiendo por la paz y el bien de las
familias andalgalenses. Desde entonces, la gente ha sentido la notable
orfandad a la que la han sometido,
funcionarios y religiosos.
La especie ha tomado forma en la gente, y a partir de hoy,
comenzará a circular una nueva nota dirigida al prelado provincial, solicitando
que, una vez reinaugurado el templo, y en todo su esplendor del estilo
gótico-ojival, sea la Virgen quien presida las celebraciones.