Mientras El Zorzal Criollo falleció el 24 de junio de 1935, el
cuartetero cordobés se fue en el año 2000. Ambos íconos de la música cultivaron
géneros bien distintos pero gozaron del amor del pueblo. Tan lejanos en su
tiempo, Carlos Gardel y Rodrigo Bueno siguen tan metidos en la piel de la gente
que no los olvida y todos los años les rinden sus merecidos homenajes.
Carlos Gardel y El Potro Rodrigo murieron en distintos
accidentes. Mientras El Zorzal del Abasto falleció en una tragedia aérea en
Medellín, Colombia, el cuartetero cordobés perdió la vida en un accidente
automovilístico en la Autopista La Plata-Buenos Aires, cuando venía de actuar
en un show en La Plata manejando a alta velocidad.
Referentes de dos géneros populares, uno del tango, el otro
del cuarteto, murieron ambos en la mejor etapa de sus carreras.
Gardel y su comitiva se hallaban en Colombia realizando una
serie de actuaciones con motivo de la promoción de las películas que el cantor
había filmado recientemente para la Paramount en los Estados Unidos.
El Pájaro de Hojalata, como le llamaban al avión en el que
viajó por última vez, no se elevó y se estrelló contra otro avión en la pista
de Medellín. El Zorzal Criollo murió en el acto. Era el 24 de junio de 1935.
Rodrigo, por su parte, supo trascender su Córdoba natal y
escapar a las internas locales para venirse a Buenos Aires a "nacionalizar"
el cuarteto. Más cerca en el tiempo, su muerte aún emociona a miles de fans que
hoy lo recordarán con lágrimas y sus canciones. El 23 de junio de 2000, Rodrigo
Bueno fue a la grabación del exitoso programa televisivo del ya fallecido Jorge
Guinzburg, La Biblia y el Calefón, y luego se fue a cenar junto con su
representante, sus músicos, su pequeño hijo y la madre de éste en El Corralón.
De ahí, a City Bell a dar un recital en la disco Escándalo. Fue el último
concierto de la megaestrella cordobesa. Murió en la madrugada del 24 de junio.
Ese recital, que se transformó en el último, fue grabado por
el programa El Rayo conducido por ese entonces por Dolores Barreiro.
Tras la performance, el cantante emprendió viaje hacia
Buenos Aires en su Ford Explorer pero sufrió un accidente a la altura de
Berazategui.
La 4x4 dio contra el guardarail, volcó y dio varias vueltas.
El cantante perdió la vida al igual que Fernando Olmedo (hijo de Alberto
Olmedo), quien lo estaba acompañando en esa noche.
Ninguno llevaba puesto el cinturón de seguridad. Los demás
acompañantes sobrevivieron.
Dos grandes, un destino trágico, dos pérdidas tremendas como
íconos populares, y un homenaje que ahora se repite invariablemente cada 24 de
junio.
Gardel y Rodrigo no se conocieron, pero si la vida y el
destino les hubieran dado la oportunidad de ser contemporáneos seguramente
hubieran compartido más de un escenario. Por desgracia, lo único que los
hermanó, fue la fecha de su muerte.