Efectivamente, diversos talleres e investigaciones
realizados entre el año pasado y este año indican que el dulce de membrillo de
Andalgalá tiene identidad sensorial, según se informó en Télam Agropecuario.
La información consigna que los especialistas del INTA
señalan que se está en presencia de un producto local que puede ser valorizado
y protegido legalmente con un sello de calidad de Denominación de Origen o
Indicación Geográfica.
La determinación de una Identidad Sensorial constituye el
primer paso para vincular un producto con su territorio de origen, en este
caso, el Valle de Andalgalá que de identidad y ancestralidad sabe mucho, desde
la época en que calchaquíes y diaguitas hacían reverdecer estos arenales
infames, con ingenio, ciencia y permanencia.
La noticia, una vez difundida, será una muy buena para
tantos dulceros y dulceras que hacen del producto, un medio y estilo de vida.
Se trata de una distinción que sellará legalmente las
múltiples cualidades de este reconocido producto regional de Catamarca.