Los trabajadores rurales de la empresa Olivares de Pomán
iniciaron este viernes un quite de colaboración por tiempo indeterminado hasta
obtener una solución por parte de los propietarios de Olivares de Pomán.
El reclamo de los trabajadores es que el encargado Walter
Pérez, había sido apartado de su cargo tiempo atrás, pero volvió. Los
trabajadores no quieren tener trato alguno con esta persona, a quien acusan de
discriminación y maltratos.
"Los trabajadores piden que el agresor salga de la empresa.
Tenía una costumbre de maltrato, discriminación, denigrar a los trabajadores,
faltarles el respeto. Le hacía hacer trabajos forzosos a las mujeres. Hasta intervino
Trata de Personas por la discriminación que había. A la gente la trataban de
ignorante. Le decían que estaban trabajando ahí porque eran ignorantes y porque
no podía hacer otra cosa”, manifestó en una entrevista en Radio Centro el
referente de UATRE, Ramón Ferreyra.
Además, el gremialista contó que "los trabajadores plantean
que sea removido este encargado porque tienen miedo por la forma que los trata.
Los trasladaba en la camioneta a alta velocidad por los médanos, lo cual es
sumamente peligroso”.
También relató cómo hacía que los trabajadores mantengan entre
sus manos la motosierra, de gran tamaño y pesos, para no dejar de trabajar ni
un minuto. El encargado los obligaba a no detener la marcha de la motosierra
por más que estén cansados, según comentaron.
"No quieren que vuelva este encargado. La empresa no nos
escuchó, hizo caso omiso a lo que solicitó Dirección de Inspección Laboral. Decidimos
un quite de colaboración por tiempo indeterminado hasta que la empresa dé la
cara”, concluyó.