La opinión coincidente es la profunda preocupación de lo que
pueda pasar con la CAMyEN, ya que temen se retroceda en el tiempo, y que
oscuras y delictivas administraciones, vuelvan a operar sobre este mineral
andalgalense y ellos deban pagar las consecuencias de no contar con qué
trabajar, de precios impagables y de la impotencia de ver la desfachatez con
que unos pocos se enriquecen con estos recursos que consideran propios.
Sin ánimo de polemizar ni adular a nadie, aducen que nunca
estuvieron mejor, desde que se creó la "empresa provincial de minería”
(CAMyEN), cuyo principal objetivo ha sido el de reorganizar el tráfico de
rodocrosita para que caiga en manos de quienes la trabajan para vivir, y
eliminar el mercado negro que siempre estuvo amparado por los gobiernos
anteriores. También recordaron las importantes inversiones que ha realizado la gobernadora
Lucía Corpacci para continuar con las exploraciones, ante el inminente
agotamiento del yacimiento.
Los artesanos, especialmente los que trabajan en el taller
de Romero Hnos., piden a las autoridades, que vean de qué manera van a arreglar
este conflicto porque "de ninguna manera permitiremos que entorpezcan nuestra fuente de trabajo y de
vida” (sic).
En realidad, además de ellos, son muchos más los artesanos
andalgalenses preocupados y esperan que las autoridades de la CAMyEN lleguen a
Andalgalá para explicar cómo son y serán las cosas luego de superar este
conflicto. Se refirieron especialmente al Ing. Daniel Issi.