Los trabajos se llevan adelante en el cielorraso luego de
que este se derrumbara por el peso del excremento de las palomas depositado a lo largo de varios
años.
"El alberque cuenta con dos habitaciones, cada habitación
tiene su pendiente, en las dos pendientes paso lo mismo, para nosotros fue una
preocupación darnos cuenta la magnitud del hecho porque no había mal olor,
desconocíamos lo que ocurría a centímetros de nuestra cabeza”, manifestó el presidente
de la Comisión de Bomberos Voluntarios de Andalgalá, Julio Rose, indicando que
se está buscando la manera de hacer una nueva fuente de ventilación a fin de
que no puedan pasar las aves.
Se está trabajando en dos turnos por lo que en no más de una
semana ya se podrá usar el lugar, y "ya se están tomando todas las medidas
correctivas de albañilería y también de plomería, porque uno de los caños madre
que lleva agua a las reservas de la planta alta estaba con pérdidas y eso
mojaba la pared, deteriorando la pintura de la pieza de guardia y a su vez nos
hizo malestar en una de las mochilas del baño privado que tiene el personal de
guardia”.
Rose adelantó que los materiales fueron saldados con el
subsidio, menos la mano de obra que el subsidio no lo cubre, "la comisión ira
evaluando cómo se consiguen los recursos”, señaló.
El objetivo principal del albergue no es sólo alquilar sus
habitaciones, sino que el lugar esté disponible para las fuerzas de seguridad
que se alojan allí y para el personal que conforma la cuadrilla de bomberos.