El joven Carlos Rodríguez es oriundo de Andalgalá y ya
completó sus estudios en el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Tucumán.
Actualmente, se encuentra brindando su servicio pastoral en
la parroquia de San José Obrero, con sede en el barrio La Tablada, de la ciudad
Capital.
En la celebración de ordenación diaconal, el Obispo impondrá
las manos al candidato, otorgándole de este modo el primer grado del Orden Sagrado.
El Diácono representa a Cristo servidor, que no vino a ser
servido sino a servir. Colabora en la liturgia de la Palabra, da la comunión y puede bendecir a los fieles, aunque no
puede consagrar la Eucaristía ni perdonar los pecados.
Sin dudas, un motivo de gozo para los miembros de la
comunidad católica de esta ciudad que se encuentra literalmente huérfana de
conducción espiritual y religiosa.