El sepelio
tuvo lugar en el cementerio parque Sierra Serena, del departamento Fray Mamerto
Esquiú, hasta donde llegó un numeroso cortejo de familiares, amigos, colegas,
autoridades y compañeros de trabajo del correcto funcionario provincial, que,
inesperadamente, dejó de existir en la noche del lunes último, a los 65 años de edad, a causa de un aneurisma
de aorta.
Miembro de una respetada y muy apreciada familia, estaba casado con la Dra. Ana María
Jalil, y era padre de tres hijos; el mayor Federico ya fallecido. Y era hermano
del intérprete folclórico Rafael Toledo y las reconocidas docentes Aida y Mabel
Toledo, además de estar vinculado social, profesional, comercial y hasta políticamente
con los más variados representantes de la sociedad catamarqueña.
Al velatorio
de sus restos asistió la gobernadora de la provincia, Dra. Lucía Corpacci,
acompañada de la mayor parte de su gabinete; el intendente Raúl Jalil (primo político
de Toledo); y la totalidad de sus colaboradores y compañeros de trabajo en la Secretaría
de Agricultura a su cargo.
De una
proverbial humildad y significativa sensibilidad, por su profesión de Ingeniero
Agrónomo, mantuvo por años una cercana relación con los distintos sectores de
la producción catamarqueña, desde los tabacaleros o los cabriteros del Este, los
tamberos del Valle Central, los nogaleros u olivicultores de Capayán, Pomán, Ambato
o Belén, los mebrilleros de Andalgalá, los criadores de La Puna o Antofagasta, los
pimentoneros santamarianos o los viñateros de Tinogasta y Fiamabalá, zona en la
que había recreado un espacio íntimo para deleitarse con el vino de su propia
cosecha.
Atento y
leal con las personas a su cargo, además de sus cercanos dolientes, durante sus
exequias, los más apenados eran quienes habían sido los choferes, ordenanzas o
colaboradores de sus tareas habituales, ya sea en la función pública o la
actividad privada.
Peronista de
toda la vida, además de funcionario en el actual gobierno provincial, Toledo acompañó
en distintas funciones los gobiernos justicialistas de Ramón y Vicente Saadi;
fue diputado provincial y presidente de la Junta Capital del Partido Justicialista.
Sin embargo, su pertenencia política nunca fue obstáculo para que cultivara
amistades de todas las orientaciones partidarias, circunstancia evidenciada también
hoy en el conmovedor instante de su despedida.
El responso
del sacerdote Julio Quiroga del Pino trasmitió la ritual oración para reconfortar
a sus deudos con el designio del pasaje espiritual a un destino menos cruento
que la muerte, y los hinchas de San Lorenzo –como él- le tendieron una bandera "azulgrana”
sobre el féretro para que lo acompañe en su tránsito celestial, como aquí lo cobijó
en otra escala de sus sueños.
Se fue un muy
buen catamarqueño, Eduardo Toledo…, que brille para él la luz que no tiene fin.