Fue sobre el hallazgo de un ejemplar de Cóndor andino en la
localidad de Las Lajas –departamento Paclín-, la Secretaría de Estado del
Ambiente y Desarrollo Sustentable, a través de sus diferentes áreas, tomó
intervención en el caso mediante una serie de acciones.
Desde la presencia de los Inspectores de Flora y Fauna de la
Dirección de Fiscalización que acudieron al lugar y verificaron la presencia
del ejemplar muerto y lo trasladaron de manera inmediata al Departamento de
Fauna Silvestre de la Dirección Provincial de Biodiversidad donde,
posteriormente, el examen veterinario corroboró la presencia de una fractura de
cráneo que daba testimonio del fuerte golpe que el animal había recibido,
causándole la muerte.
Como última labor, los restos del animal fueron remitidos al
Laboratorio de Taxidermia de la Dirección Provincial de Biodiversidad, con el
objeto de preservarlo a través de técnicas especiales que permiten restaurar su
forma original para incorporarlo a la Colección de Fauna Silvestre de la
Secretaría en cuestión.
Nuevamente, desde Biodiversidad se manifiesta que "éste y
todos los ejemplares que integran nuestra Colección de Taxidermia son mudos y
tristes exponentes de la violencia, el desprecio a la vida, la ignorancia, la
desidia y la cobardía humana, frente a seres que cumplen un rol fundamental en
el ciclo de la vida.
Ninguna especie animal o vegetal es prescindible, todas
tienen una razón de ser y existir, aun aquellas que nos parecen despreciables,
peligrosas u objeto de ridículas supersticiones”.
"Sumar nuevos ejemplares a la muestra no es motivo de
alegría para quienes apreciamos y respetamos la vida en todas sus formas, pero
lo hacemos entendiendo que de este modo su final no habrá sido del todo en vano
y que solo a través de la educación lograremos un razonable equilibrio entre el
hombre y la naturaleza. Por eso, cuando mires un animal embalsamado, debes
pensar lo maravilloso que sería verlo en su hábitat, cumpliendo el rol para el
cual fue concebido".