La presidenta se permitió algunas ironías

Sin nombrarlo, Cristina aludió a un tuit de Lagomarsino en el que la insulta

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sin nombrarlo, citó hoy un “tuit” de Diego Lagomarsino, el asesor informático de Alberto Nisman, actualmente en el centro de la escena por haberle prestado el arma al fallecido magistrado. El mensaje, como presumía Cristina, fue rápidamente ubicado por distintos medios, que lo reprodujeron.
viernes, 30 de enero de 2015 17:53
viernes, 30 de enero de 2015 17:53

En un pasaje de su discurso, plagado de buenas noticias, entre ellas el nuevo aumento a jubilados desde marzo, la refinanciación de deudas provinciales incluida la de Catamarca y el funcionamiento de nuevas formaciones ferroviarias,  Cristina defendió la libertad de expresión y de prensa en Argentina, cuestionando a quiénes dicen que ella no tiene que hablar más. "El artículo más importante de la Constitución es del 16”, señaló CFK, en relación al apartado en la carta magna que indica la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, "incluso para esta Presidenta”.

A continuación citó como ejemplo "un tuit” de una persona que "no voy a nombrar” y que "percibe una importante remuneración del Poder Judicial a través de un contrato por su trabajo”, y que "seguramente, habiendo tanto periodismo de investigación no será difícil de localizar”, en alusión a quien, poco tiempos después, distintos medios identificaron como el referido Lagomarsino.

Recordó la Presidenta que en aquel mensaje "me mandaban a la parte del cuerpo de mi mamá  de dónde venimos al mundo…, y me despedían como la hija una mujer que se gana la vida no de la mejor manera”, rescatando que concluía, con "la expresión Amén..., que en realidad era lo único bueno que decía”.

Localizado el mencionado "tuit”, que fuera publicado el 8 de setiembre de 2013, e identificado su autor como Diego Lagomarsino en diferentes sitios web, aquel mensaje decía: "Por ciertos acontencimientos de hoy tengo ganas de decir: Kretina andate a la concha de tu putísima madre hija de puta! Amén”.

En verdad, un verdadero exabrupto en boca cualquier ciudadano dirigiéndose hacia otra persona, aunque ésta incluso fuera la presidenta de la Nación o el más humilde de los mortales.