Profundamente arraigado en las costumbres y tradiciones, tomar
mate implica mucho más que beber una infusión, es un gesto de amistad y de
cordialidad por lo que, asociado a los beneficios que genera para la salud,
este año fue instaurado por ley que todos los 30 de noviembre se celebre su
día.
La ley, publicada en el Boletín Oficial en enero, hace
mención a que se eligió esa fecha en conmemoración del nacimiento de Andrés
Guacurarí y Artigas, también conocido como Andresito, el primer gobernador de
origen indígena en la historia argentina.
De acuerdo al Instituto Nacional de
Esta combinación de factores sociales, culturales y
saludables motivó la sanción de la ley y su publicación este año por lo que
mañana será la primera vez que los argentinos conmemoren el Día nacional de su
fiel compañero de jornada
El Instituto destacó que en
"Su consumo, bajo la forma de mate tradicional, aporta
al organismo gran cantidad polifenoles, vitaminas del complejo B, potasio,
magnesio y xantinas. Los polifenoles actúan como un poderoso antioxidante, que
ayudan a aumentar las defensas y a disminuir el envejecimiento celular",
destacó el organismo.
Además, "las vitaminas del complejo B ayudan al cuerpo
a aprovechar mejor la energía de los alimentos ingeridos. El potasio y el
magnesio son sustancias indispensables para el correcto funcionamiento del corazón
y las xantinas (cafeína, teobromina) son compuestos que estimulan el sistema
nervioso central; es decir, apuntalan al esfuerzo físico e intelectual",
subrayó.
Algo de esto debían percibir los indios guaraníes que
utilizaban las hojas de la planta de yerba mate como bebida, ya que eran objeto
de culto y ritual, y moneda de cambio en sus trueques con otros pueblos
prehispánicos como los incas, los charrúas y aún los araucanos que, a través de
los pampas, recibían yerba elaborada de manos de los guaraníes.
Caá en lengua guaraní significa "yerba”, pero también
significa planta y selva. Para el guaraní, el árbol de la yerba era el árbol
por excelencia, un regalo de los dioses. Tomar la savia de sus hojas era para
ellos beber la selva misma.
Los conquistadores aprendieron de los guaraníes el uso y las
virtudes de la yerba mate, e hicieron que su consumo se difundiera en forma
extraordinaria al punto de organizarse un intenso tráfico desde su zona de
origen a todo el Virreinato del Río de
Más tarde los religiosos jesuitas introdujeron el cultivo en
las reducciones distribuidas en el norte de
Los guaraníes lo disfrutaban en rondas alrededor de un
"fuego sagrado" y fue este mismo legado que llegó a nuestros días
convirtiendo a la ronda de mate en un rito social significativo.
Valeria Trapaga, primera sommelier del mundo especializada
en cata de yerba mate, capacitada en Establecimiento Las Marías, aseguró que el
mate "es un elemento que aparece en el medio de todas las diferencias,
acercándonos y rompiendo el hielo. Cualquier distancia que existe se va
diluyendo con cada cebada, porque frente al mate somos todos iguales”.
Trapaga quien disfruta del mate con los cinco sentidos,
aseguró que "lo queremos tanto al mate y se ha convertido en un ritual tan
incorporado a nuestras vidas que nos cuesta detenernos a observarlo, mirarlo,
olerlo y tocarlo. Es fundamental investigar y profundizar en esta infusión para
conocerla y disfrutarla mucho más”.
Fuente: Télam