Meses atrás, la imagen del abanderado descalzo en una
escuela intercultural bilingüe de la comunidad Ñamandú, en Misiones, causó
revuelo en todo el país.
En las últimas horas, la dramática situación padecen los
niños mbya de la aldea Chafariz, que viven entre El Soberbio y San Vicente, en
la misma provincia, quedó expuesta al trascender fotos de chicos que
diariamente deben atravesar a nado un arroyo para llegar a su escuela.
Según publicó MisionesCuatro, hace 10 años la comunidad pide
que se construya un puente para que los niños no deban nadar sobre el arroyo
Chafariz para llegar a su escuela. Son alrededor de 45 chicos guaraníes de la
etnia mbyá afectados por este problema cada día, de lunes a viernes.
No se trata de una tarea sencilla. Cada chico debe llevar
dos mudas de ropa, porque una se moja en el cruce del arroyo, y después, en el
aula, necesita ropa seca. Los mayores llevan los útiles y la ropa de los
menores atados a su cuello. A veces, ambas cosas caen al agua barrosa y hay que
reconstruir los cuadernos, las carpetas, y reponer la ropa. Es que el curso de
agua es caudaloso y deben bracear con fuerza para llegar a la otra orilla.
Muchas veces, pierden varias jornadas de clase porque el arroyo está crecido, y
es muy peligroso que lo atraviesen.
Al respecto, la maestra Melly Paniagua sentenció: "Es
conmovedor ver cómo los chicos, luchando contra tantas carencias y escollos, no
resignan sus ganas de estudiar, de saber, a pesar del riesgo. Porque si la
corriente los arrastra, no sobreviven”.
Por supuesto, no es la única problemática de la zona. El
viernes pasado, las 26 familias de la comunidad Chafariz, protestaron en el
kilómetro 19 de la ruta provincial 13, exigiéndole al gobierno el puente, pero
también energía eléctrica y viviendas. Nuevamente, quedan expuestas las
múltiples carencias de las aldeas en una provincia que destina 20 millones de
pesos a los mbya, manifestaron los lugareños. (InfoGEI)