En Escocia ganó el "Bremain"
(permanencia en la UE), pese a que Gran Bretaña finalmente saldrá del bloque
europeo por el triunfo del Brexit por el 52% en el referéndum celebrado ayer en
la isla. Esta situación le dio argumentos a Edimburgo para preparar un nuevo
referéndum sobre una eventual independencia del Reino Unido, anunció hoy la
ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon.
Sturgeon, del Gobierno del Partido
Nacionalista Escocés (SNP), "lamentó" el resultado del referéndum
celebrado ayer, en el que un 52 % frente a un 48 % de los británicos apoyó el
Brexit, y aseguró en una conferencia de prensa que hará "todo lo
posible" para mantener Escocia en la UE, por lo que "es altamente
probable" que se celebre una nueva consulta.
"Quiero dejar absolutamente claro hoy
que pretendo adoptar todos los pasos posibles para asegurar nuestra
continuación en la UE y el mercado común", dijo Sturgeon.
A diferencia de Inglaterra y Gales, la
autonomía escocesa votó mayoritariamente el jueves a favor de permanecer en la
Unión, por lo que el Gobierno autónomo considera ahora que se la sacará del
bloque comunitario por la fuerza.
"Tal como están las cosas, Escocia
afronta la perspectiva de ser sacada de la UE contra su voluntad. Considero que
eso es democráticamente inaceptable", declaró.
Los votantes escoceses ya votaron contra la
independencia de Reino Unido en una consulta en 2014, en parte porque temían
que ese paso dejaría a Escocia fuera de la UE, pero la situación ha cambiado
ahora por lo que el referéndum "debe estar y está sobre la mesa",
dijo Sturgeon.
En ese sentido, informó que el Parlamento
escocés empezará a preparar "la legislación necesaria" para
posibilitar una segunda consulta y su gabinete se reunirá mañana para fijar los
pasos a seguir.
Además, Sturgeon dijo que pedirá al Gobierno
central que permita al Gobierno de Edimburgo estar informado e involucrado en
todos los pasos de la negociación para salir de la Unión Europea (UE), una vez
se invoque el Artículo 50 del Tratado de Lisboa. Pedirá también entrevistarse
con el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, adelantó.
El Gobierno del Partido Nacionalista Escocés
(SNP), liderado entonces por Alex Salmond, convocó un referendo de
independencia el 18 de septiembre de 2014, que perdieron los independentistas
con un 45 % de los votos, frente al 55 % que apoyó la unidad con el Reino
Unido.