El político comunicó su intención de dimitir
como líder "tory" y primer ministro después de que el
"brexit" -la salida británica de la UE- ganase con el 52% de apoyo en
el referéndum celebrado ayer.
También informó de que las negociaciones con
Bruselas para establecer el proceso de ruptura del Reino Unido de la UE deberán
hacerse con otro líder, que deberá ser elegido para el próximo mes de octubre,
cuando se celebrará el congreso de la formación.
Los tories tienen previsto reunirse en su
congreso anual entre el 2 y el 5 de octubre en la ciudad inglesa de Birmingham.
Según indicó, el próximo primer ministro
deberá decidir si pide activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece
el proceso sobre la retirada de un Estado miembro de la UE.
Cameron tranquilizó además a los comunitarios
que viven en el Reino Unido al afirmar que no habrá "cambios
inmediatos" en sus circunstancias ni tampoco de los británicos que estén
residiendo en otros países del bloque europeo.
Según explicó, no habrá modificaciones
iniciales en el libre movimiento de ciudadanos, mercancías y servicios.
"La voluntad del pueblo británico es una
instrucción que debe ser cumplida. Quiero a este país y me siento honrado de
haberle servido y haré todo lo que pueda en el futuro para ayudar a este gran
país a prosperar", subrayó el líder conservador con la voz entrecortada.
"El Reino Unido es un país especial,
tenemos tan grandes ventajas, una democracia parlamentaria en la que resolvemos
los grandes problemas sobre nuestro futuro a través de un debate pacífico, una
gran nación comercial con nuestra ciencia y las artes", subrayó Cameron
visiblemente emocionado.
Tras reconocer que el país no es perfecto,
sostuvo que puede ser modelo de democracia "multirracial" y
"multirreligiosa".
"Si bien salir de Europa no era el
camino que yo había recomendado -dijo-, soy el primero en elogiar nuestra
increíble fortaleza".
"Ahora que la decisión de salir ha sido
tomada, necesitamos encontrar la mejor manera (de hacerlo)", agregó el
"premier", y comunicó que el Gobierno se reunirá el próximo lunes.
Más de 46 millones de ciudadanos estaban
llamados a las urnas para decidir en un plebiscito si querían continuar o salir
de la UE.
Los votantes tuvieron que responder con una
equis a la pregunta: "¿Debería el Reino Unido permanecer como miembro de
la Unión Europea o abandonar la Unión Europea?".