El Día del Ordenanza se celebra el 18 de setiembre

Según el calendario de celebraciones institucionales, el 18 de septiembre es el día indicado para celebrar -en todo el país-, el Día del Ordenanza.
sábado, 18 de septiembre de 2010 00:00
sábado, 18 de septiembre de 2010 00:00

Durante nuestra etapa de alumno de la primaria era “la portera” y en muchos casos, juntamente con su familia, vivía en dependencias de la escuela donde prestaba servicios. Sus hijos eran nuestros compañeros de banco.

Mantenían la escuela impecablemente  limpia. Hallaban  todo lo que perdíamos en los recreos u olvidábamos en el estante de abajo del pupitre.

Eran expertas en primeros auxilios. Desde colocar una llave en la frente para frenar una epistaxis, limpiarnos la rodilla raspada en el patio de ripio del fondo de la escuela. O auxiliar a Carlitos, ese chico que tenía la mamá no vidente y padeció una inoportuna incontinencia  intestinal. Permaneció en la cocina de la portera, envuelto en una toalla hasta la cintura, en aguardo que mandaran ropa limpia desde su casa.

La portera estaba en todas. Siempre amable y dispuesta Formaba parte de “la comunidad educativa” como le dicen ahora. A primera hora y de un vistazo determinaba la cantidad de tazas de leche que repartiría en el segundo recreo. La portera sugirió –durante una reunión de la cooperadora-, el cambio de vasos de vidrio por tazas de loza para “la copa de leche”. Las tazas se rompían menos y sus bordes –en caso de rotura-, no eran filosos.

La portera puede ser considerada una verdadera institución en  la actividad educativa. Colaboradora tanto de docentes como de directivos jamás haría un paro en demanda de mejoras salariales. Durante muchos años las escuelas dependientes  de la Nación abonaban el “sueldo mínimo” a las porteras: sesenta pesos mensuales. El mismo sueldo de las enfermeras y enfermeros de hospitales. Hasta que en 1917 el presidente Yrygoyen decretó que el sueldo mínimo fuera de $ 160.00 pesos mensuales.

En la secundaria no había portera. Había ordenanzas. Y un Mayordomo. Un hombre de baja estatura, un tanto obeso  y muy morocho. Usaba un saco cruzado color azul marino con cuatro botones dorados. En los actos patrios se calzaba un cubre cabeza y parecía un  general africano. Don Rivas. Nos retaba si nos pillaba en el baño fumando un cigarrillo marca “Tecla” de diez centavos el paquete de diez unidades.

Poseía –Don Rivas-, la rara habilidad de anunciar, bajo reserva, cuando un profesor se aprestaba a tomar prueba escrita.

Él podía entrar y salir del Rectorado sin pedir permiso ni golpear la puerta.  Con la bandeja, un pocillo de café y la azucarera.

Desde siempre campeaba un sentimiento de respetuosa cordialidad y cada uno se ubicada en forma correcta en una suerte de “escala jerárquica”.

Ahora les dicen “no docentes”. Y a veces los docentes los miran con cierto desprecio. ¿Será por cuestiones jerárquicas?

En el Día del Ordenanza Catamarca tendrá el ingrato privilegio de  una “celebración” carente de alegría, con treinta porteras encadenadas frente a la casa de Gobierno desde hace cuarenta días pidiendo ser incorporadas planta luego de trabajar durante varios años, sin horario,  cobrando un  Plan Jefes y Jefas de Hogar.

El ministro del área dice que “no hay presupuesto”. Pero hubo para traerlo al vicepresidente Cleto Cobos, con su esposa y una comitiva a la inauguración de la Expolivo-2010. Hay presupuesto para mantener varios miles de “asesores” que cobran cinco mil pesos mensuales “per cápita”.

Lo que no hay es vergüenza en las altas esferas. Su lamentable actitud en esta emergencia es  una prueba contundente que se halla a la vista.

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