“Araña Manca y el diario de la calle Sarmiento juzgan por su condición”

“El ladrón juzga por su condición”, dice el refrán que alude a las personas que actúan mal en la vida y hasta delinquen con sus procederes, y como toda propuesta o reacción existencial piensan y atribuyen con malicia sus fechorías a todos los demás. Es decir que ladrón cree que todos son como él, y no admite que puedan existir también personas buenas, con mejores intenciones y propósitos que los suyos.
jueves, 17 de abril de 2014 08:45
jueves, 17 de abril de 2014 08:45

Ese es el caso del empresario periodístico, hotelero, gastronómico, agropecuario y de servicios varios, es decir el "poli rubro”, quien desde el diario continúa con su prédica antisindical en contra de la organización de los trabajadores, procurando que desaparezcan los gremios de todas las actividades para el poder pagar los sueldos que a él se le antoje, eludiendo cuanto convenio o norma proteja los derechos e intereses de sus empleados.

Tanto odia El Carnicero de Miraflores a los sindicatos y así lo profesa reiterada y consecuentemente a través de las páginas de su diario, que en su desmesurada concepción anti-obrera no trepida en definir como "mafiosa” cualquier acción gremial por más noble que esta fuera, como lo hiciera en una reciente publicación de su espacio editorial "Cara y Cruz”, donde él como propietario "baja” su línea de opinión.

Increíblemente, sus periodistas –trabajadores como nosotros, al fin- escriben allí lo que les ordena el Miraflorense.

Pero bueno, no es de extrañar este accionar persecutorio hacia las organizaciones sindicales por parte de quien desde que fundó el diario obligó a sus trabajadores periodísticos o administrativos a desafiliarse de cuanto sindicato se ocupe de resguardar sus derechos, o preservar el valor y estabilidad de sus salarios.

Llegó incluso a conminarlos a que se afilien en sindicatos de otras actividades, para que los periodistas trabajen 8 horas diarias en ves de las 6 que tienen reglamentadas por su estatuto profesional.

No conforme con la destrucción y el menoscabo permanente hacia los sindicatos afines a las actividades en las que incursiona como patrón, pretende por estos días, como una campaña sistemática y obcecada, desprestigiar el desempeño transparente y solidario del Centro Empleados de Comercio (CEC) y su obra social OSECAC, por el solo hecho de preservar y proteger la validez y motivo de sus existencias por la libre decisión y voluntad de todos los trabajadores mercantiles, en este caso de nuestra provincia de Catamarca. Nuestro sindicato y nuestra obra social pertenecen y protegen igualitariamente a todos los trabajadores de comercio, sin responder, y menos obedecer, a los intereses mezquinos de ningún patrón como este maligno personaje, que solo aspira a contar con empleados sometidos y desprotegidos para manejarlos de acuerdo su perversa y déspota conducta.

Es innecesario –por largamente conocidos- que aquí describamos los servicios e innumerables beneficios que disponen los trabajadores mercantiles, ya sea por medio del CEC o de la OSECAC, pero en todo caso, para comprender acabadamente el sentido de esta reflexión, valga la pena recordar que este opinador de Miraflores es el tristemente célebre inspirador y ejecutor de la mal llamada "Obra del Siglo”, por la cual –con la excusa de la construcción de un sistema de agua potable y cloacas- sigue sospechado de haber proferido la más grande estafa de la que haya sido objeto la provincia de Catamarca. Y aún no rindió debida cuenta ante la Justicia de semejante y millonaria tropelía porque amañadamente envió a la quiebra a la empresa NORUZI, de la que era su titular, aprovechando la genuflexa postura de los distintos gobiernos provinciales, que prefieren contar con "sus favores” periodísticos antes que defender los legítimos intereses del estado Catamarqueño.

También registra la escandalosa construcción del B° Parque América, donde por la mala calidad de los materiales y el incumplimiento de las mínimas normas de construcción, el IPV y la Provincia debieron afrontar – a su cargo- las refacciones a nuevo de las incontables casas dañadas por sus defectos de obra.

Con esas, como con otras tantas obras o negociados, muchos de los cuales obtuvo en el nefasto período neoliberal de Carlos Menem, se convirtió en un millonario de dudosos antecedentes; tanto que en una publicación de la revista "Noticias”, con título y fotografía de tapa, se lo definió como "araña manca, porque no sabe cómo hizo la tela”. Ese es el de Miraflores que miente a través de su diario e intenta confundir a sus lectores aludiendo a hechos ocurridos en Buenos Aires, y con trabajadores de otra actividad, para justificar el título de "aristas mafiosas”, hasta con una foto sacada a más de 1.200 kilómetros de Catamarca, mezclándolo con sus falacias sobre el accionar de nuestros gremios y obra social.

Desde el CEC y la OSECAC no podemos menos que rechazar y repudiar estas aberraciones periodísticas, que por falsas e inconsistentes descalifican y denigran a quienes las emiten, y hasta con la alusión a "las mafias” describen con justeza a sus propios autores, por aquello de que "el ladrón juzga por su condición”.

Roberto Antonio González

Secretario General

Centro Empleados de Comercio de Catamarca

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