Es que el intendente de la Capital, Raúl Jalil, viene
teniendo una conducta de dualidad política, por decirlo de algún modo.
Participa de liturgias peronistas y hasta de actos del oficialismo, pero cada
tanto nos recuerda a todos que puede conformar una alianza con la oposición
radical.
Por caso, Jalil participó de los actos conmemorativos por el
fallecimiento de Eva Duarte de Perón, pero días antes también aseguró que
podría intentar una alianza con el radicalismo en el marco de un acuerdo
programático.
Ayer, en declaraciones radiales, Jalil arriesgó definiciones
generales, de estadista casi, pero que parecían más mensajes cifrados que otra
cosa, aunque no se sabe para quién.
Dio definiciones interesantes, como que "todos cumplimos un
ciclo. Lo que uno no hizo en cuatro años no lo va a hacer en ocho”, para
referirse a los funcionarios de su Gabinete que hará renunciar próximamente,
Cristian Guillou, Jorge Carrizo y Carlos Cisneros, auqnue bien podrían valer
para otras personas.
Pero lo más importante pareció ser el anuncio de que en
octubre decidirá junto a Sergio Massa, si se presentará para la reelección en
el cargo de intendente. Pero igual adelanto que "8 años es mucho, tanto para
gobernador, intendente, concejal”, enfatizó.
Estas aseveraciones, entendemos que deben interpretarse como
mensajes cifrados para alguien, aunque nadie responsable se arriesgaría a decir
quién; si es para Casa de Gobierno, sería algo así como que no querría una
reelección, que preferiría otro cargo en el marco de una unidad.
Si es para la oposición, el FCS por caso, con quien coquetea
desde hace tiempo, el mensaje es una absurda obviedad. Jalil, o Luis
Barrionuevo llegado el caso, debe saber que el radicalismo no comparte poder. Hace
acuerdos electorales que le permiten triunfar, pero solo coparte migas de
poder, cargos de diputados nacionales o provinciales o en el mejor de los casos
cargos de vicegobernador.