Brizuela del Moral no decepcionó el domingo

Eduardo Brizuela del Moral es un caso. Es, quizás, así lo presentan, como el personaje que engalana el FCS que, finge ser lo que no es, que falsamente propone la participación política de distintos sectores de la comunidad, en tanto que esconde la verdad: que el poder real se resuelve en mesas cada vez más chicas.
martes, 19 de agosto de 2014 07:42
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Pero aunque encuestas machaquen y aseguran que su influencia sobre los ciudadanos es efectiva, la verdad es distinta; (Brizuela o cualquiera de nosotros tendría una influencia simbólica mas efectiva que Oscar Castillo, "Coco” Quintar, Juan Carlos Balverdi o Pernasetti; que son con quienes se lo compara)
Por eso, tal vez, Brizuela fue el elegido para cuestionar al gobierno de Lucia Corpacci durante el programa del domingo pasado de Jorge Lanatta. Era, se creía, la bala de plata para asestarle un golpe mortal al gobierno.
El programa fue presentado hábilmente por periodistas amigos del Frente Cívico los días jueves y viernes pasado; con entrevistas al propio Lanatta, en los que anticipaba el contenido.
El tema pretendía ser, ni más ni menos, una construcción colectiva de la sociedad catamarqueña, y en lo posible univoca, con la clara intencionalidad de convertirse en hegemónico; en perjuicio del gobierno desde luego.
Pero lamentablemente para los promotores de la movida, entre la intencionalidad que existe de dotar de un sentido al producto y la aceptación de los ciudadanos, a veces hay un abismo; ni hablar cuando el personaje con el rol principal es Brizuela del Moral, Eduardo.
Se sabe de su flagrante debilidad a la hora de las declaraciones; no nos deja mentir el antecedente aquel cuando anticipó el triunfo del Frente Cívico y su permanencia por 20, 30 o 40 años mas; o el otro papelón mas reciente y estruendoso, cuando citó a un vecino NN como informante clave de las andanzas de peligrosos  narcotraficantes en Catamarca.
Esta vez, la del domingo, no podía ser la excepción. Brizuela del Moral no decepcionó, aunque parezca; dio todo lo que puede dar, sentencias con una altura y una agudeza asombrosa. ¿Cómo sino valorar esa máxima de que los toros comprados por el gobierno kirchneristas caían redondos al ver vacas catamarqueñas?