"A partir de la gobernadora se ha cambiado la concepción del Estado como prestador de servicios públicos. Se crearon empresas importantes como las SAPEM, Radio y Televisión, los Producat y ahora la Terminal de Omnibus volvió a tomar el control el Estado”, detalló.
Rosales contó que al momento de rescindir el contrato de concesión con la empresa del fallecido empresario Guido Mogueta, "recibimos una terminal totalmente devastada por falta de controles por parte del Estado, donde simplemente se pagaban 12.000 pesos por mes en alquiler. Evidentemente eso era un gran negocio para algunos amigos del Estado".
Y graficó: "fueron 20 años de desgobierno donde no se hizo prácticamente ninguna inversión fundamentalmente en lo que es el servicio público”.
Contrariamente a esta situación, indicó que "nosotros recuperamos una torre de control que estuvo totalmente abandonada y pusimos un sistema de audio a través del cual se hace los anuncios de la llegada y salida de los colectivos”.