Ocurrente como siempre, el gastronómico justificó su tardío desistimiento a una nueva postulación, afirmando que "si me bajaba antes, algunos se iban corriendo", describiendo crudamente su desconfianza en las flaquezas de las lealtades que ya advertía en parte de sus conspicuos y ahora antiguos acólitos.
Hasta se permitió profundizar la idea, aseverando que "si no hubiese dicho que quería ser gobernador, no hubiese armado nada…; varios hubieran disparado”, y fiel a la mordacidad de su estilo avanzó con puntual minuciosidad en la descripción de sus sospechas, asegurando que "hubo algunos que salieron corriendo, porque es fácil estar atrás del pantalón y del bolsillo de Luis Barrionuevo”, para rematar con la deslucida y nada creíble explicación de que todo había sido "una estrategia".
Ni el propio Barrionuevo se cree el sobreactuado argumento de "la estrategia”, ni lo "del paso al costado por los jóvenes”, ni menos que "me bajo teniendo 20 puntos”, hasta con la carga impuesta a sus atribulados continuadores "de sacar otros 10 puntos, para hacer una elección similar a la de Santa Fe", donde los últimos comicios provinciales concluyeron en un virtual triple empate entre los socialistas, el PRO y el FpV.
Barrionuevo mantiene su deshilachado emblema del Frente Tercera Posición (F3P), para continuar con el pacto que tiene con el Frente Cívico y Social (FCyS), desde que acordara la presidencia de la Cámara de Diputados para su ahora reemplazante en la candidatura a la gobernación, Marcelo Rivera. Y cumplir con el arreglo admitido por el propio Oscar Castillo, cuando al término de la Convención de la UCR que no le abrió las listas del FCyS al "Bandeja”, el senador nacional que va por su re, re, reelección dijera que "(Luis Barrionuevo) es más útil yendo por fuera, porque siempre le quitará votos al peronismo”.
Una visión añeja, de otros tiempos, si se tiene en cuenta que notorias "figuras” del "barrionuevismo” ya están figurando desde la PASO en las listas del FpV. Y a contrapelo de la marcada polarización que, aunque con ventaja para el oficialismo gobernante, están señalando las encuestas entre el FpV y el FCyS, frente a la todavía insondable caída del F3P.
De acuerdo a los últimos sondeos y de cara a las PASO, la actual gobernadora Lucía Corpacci (FpV) aparece con el 40 por ciento de intención de votos, el diputado nacional Eduardo Brizuela del Moral (FCyS) capta el 33 por ciento de las adhesiones y Luis Barrionuevo (F3P), quien ya no será candidato, exhibía hasta la semana anterior un declinante 6 por ciento. Declive que, seguramente, se profundizará en el definitivo tránsito hacia las generales del 25 de octubre.
El juez electoral Guillermo Cerda acaba de oficializar las listas definitivas de cara a estos cruciales comicios en Catamarca, y el nombre de José Luis Barrionuevo no figura ni siquiera como testimonial apoyo a los encomenderos de su desordenada y pesada "mochila” política. El mismo "gastronómico”, casi a modo de epitafio admitió –cuando vino a justificar su retirada- que no se presentará "más a ninguna candidatura”, reconociendo que no le queda otro destino que bien pudiera haberle anticipado Osvaldo Soriano en su genial "triste, solitario y final”… de ciclo.