Sobre la acusación a Marchioli

A Castillo no le interesa la justicia, él habla para la política

Seguramente, el senador nacional Oscar Castillo no pasará a la historia como autor de una ley trascendente o alguna participación memorable en un debate parlamentario; pero sí por su inveterada costumbre de difamar a ocasionales adversarios, amparado en su no menos añeja condición de parlamentario “vitalicio”, que le permite eludir un más severo reparo judicial, como le correspondería a cualquier ciudadano “de a pie” que osare pronunciar las barbaridades a las que es tan proclive el ahora renovado precandidato del Frente Cívico y Social al Congreso Nacional.
domingo, 2 de agosto de 2015 09:13
domingo, 2 de agosto de 2015 09:13

El último hecho, que graciosamente pretende eludir respondiendo por escrito que "dijo lo que dijo, pero que en realidad lo dijo para la política, no para la justicia” (¿?), está relacionado con sus declaraciones públicas en las que acusó a su correligionario radical, el geólogo Alfredo Machioli, de haber cobrado 200 mil pesos "para fraguar un informe” sobre el puente que causó la tragedia de El Rodeo, con la intención de perjudicar al ex gobernador del Frente Cívico, Eduardo Brizuela del Moral.

Como el fiscal de esa fatídica causa (murieron 12 personas y hay una joven desparecida), Roberto Mazzucco le pidió precisiones sobre la grave denuncia contra Marchioli, Castillo en su escrito "explicativo” respondió que "cualquier declaración que haya vertido… se corresponde con una actuación política y no referido al proceso judicial en sí, dentro de la órbita de mi función pública y que se refieren a circunstancias que, como tales, están fuera del control y la actuación judicial”.

Y más adelante, como si algo hubiera aclarado, después de haber señalado a Marchioli de haberse prestado a un "soborno” para falsear los datos fácticos de un gravísimo suceso, muy livianamente comenta que "de ninguna manera, … pretendió un efecto jurídico o legal que amerite una actuación judicial”, sino que su "propósito exclusivo” era el " de constituir circunstancias políticas que se desenvuelven y resuelven dentro del seno de los partidos políticos y no con la finalidad de generar circunstancias judiciales”.

En síntesis, el senador Castillo cree que por su investidura puede decir lo que se le ocurra, aún ofendiendo honras ajenas, públicamente y por la prensa, total, las consecuencias se dirimen en "una charla del comité”. Claro, él "te mata”, te denigra por todos los medios de comunicación posibles y después te invita a que "lo aclaremos tomando unos mates en la fundación”, ja, ja.

Por supuesto, pruebas de lo que dijo no presentó ninguna, y, es más, hasta afirmó desconocer el contenido del informe que habían elaborado los geólogos acerca del comportamiento e incidencia del referido puente en el lamentable suceso de El Rodeo.

Ahora habrá que esperar cuáles serán los pasos a seguir por Marchioli y si el fiscal Mazzuco se da por satisfecho respecto a su puntual requerimiento de pruebas a Castillo.

De todos modos no habrá que ilusionarse con una reprimenda ejemplar, ni nada que se le parezca, porque el senador de afilada lengua ya está acostumbrado a este tipo de respuestas insustanciosas, sin que nadie le reproche y menos lo sancione por semejante papelón.

Una reacción similar tuvo cuando respondiendo a una intimación al ex ministro de Gobierno Francisco Gordillo, a quien había involucrado, junto al ex jefe de Policía Juan José Palomeque, en el tráfico de 90 kilos de marihuana, muy suelto de cuerpo y en otra amañada carta documento le aseguró que "nunca tuvo la intención de lesionar su buen nombre y el honor”, y que él (Castillo) "no podía hacerse cargo de los titulares periodísticos”.

Había omitido Castillo, que en declaraciones periodísticas de aquellos días había expresado   que "en los últimos hechos policiales, donde hay detenidos por tráfico de drogas, está involucrado Ariel Alanís, mano derecha de Gordillo”, añadiendo que "Alanís, puntero político de Gordillo, contrató a Tello (entonces único detenido en la causa), y que los citados Alaniz y Tello (en Corrientes) "se entrevistaron con un tal Martínez, ex policía de Drogas Peligrosas destituido y reincorporado a pedido del actual jefe de Policía, Juan José Palomeque”.         

Increíblemente, Castillo contestó por escrito que su intención no era la de ofender nadie. ¡¡¡ Pobre Oscar, lo mal interpretan…!!!. O mejor, no debieran tomarlo en serio.

Otro bochorno de estas características había protagonizado Castillo cuando en marzo de 1999, en declaraciones al periodista Néstor Ibarra, por Radio Mitre, vinculó al ex embajador argentino en Holanda, escribano Julián William Kent (suegro de Ramón Saadi y ex presidente de River Plate), con la utilización de "valijas diplomáticas” para el supuesto tráfico de drogas entre Buenos Aires y Amsterdam.

Llevado a la Justicia por Kent, en su retractación ante el Juez en lo Correccional de Capital Federal, Francisco Ponte, Castillo afirmó que "nunca manifesté que creyera que existiera vinculación entre el tráfico de drogas y el escribano Kent, de quien conozco su trayectoria en el ejercicio de los cargos que desempeñara, tanto en el país como en el extranjero, pública y privada, y su hombría de bien”.

"De haber sabido que dichas declaraciones (por las que Castillo pronunció ante Ibarra y por radio Mitre) pudieran rozar la figura de Kent, me hubiera retractado inmediatamente”, remarcó Castillo al finalizar la querella entablada por Kent, en 2004.

Sirva este breve y acotado relevamiento de las "denuncias” de Castillo y sus posteriores "desmentidas” o "aclaraciones” para, de alguna manera, explicar que su comportamiento ante el correligionario Marchioli no fue una mera casualidad, ni un desliz ocasional, sino la reiteración de una conducta difamatoria, de frecuencia serial, emparentada con el principio y la prédica "goebbeliana” del "miente, miente, que algo quedará…”.

Ah, y por si le faltaran argumentos expiatorios, fuentes cercanas al "castillismo” adelantaron, que "Oscar ya tiene la respuesta para la próxima intimación sobre sus dichos: ‘Se me ‘chispoteó…", aseguran que contestará a quien le reclame una nueva aclaración.