Algunos gobernadores peronistas consideran que Cristina Fernández
de Kirchner quedó "circunscripta" a Buenos Aires, lo que -según sus
interpretaciones- tiene dos aristas. Por un lado, les permite a ellos seguir
construyendo una alternativa como interlocutores de la Casa Rosada y, por el
otro, determinaría un cambio de estrategia de Cambiemos, que no podría seguir
polarizando en la próxima campaña presidencial.
La nota publicada por La Nación, separa a los gobernadores
en grupos, a saber:
Los independientes
Son los que se exhiben más interesados en armar una
construcción peronista nacional sin intervención del kirchnerismo. Perdieron
fuerza en su postura porque varios de ellos surgieron derrotados de las PASO
del domingo.
Pese a ello, cuestionan el liderazgo de Cristina y piden que
no obture la renovación partidaria.
Juan Schiaretti (Córdoba); Juan Manuel Urtubey (Salta);
Domingo Peppo (Chaco); Roxana Bertone (Tierra del Fuego); Gustavo Bordet (Entre
Ríos); Lucía Corpacci (Catamarca); Sergio Uñac (San Juan); Sergio Casas (La
Rioja)
Los aislados
Pertenecen a un grupo intermedio que comparte con sus
colegas todos los reclamos al gobierno nacional, pero se manifiestan
desinteresados en la construcción de una opción deskirchnerizada a nivel
nacional. Algunos, como Verna o Das Neves, no comulgan nada con Cristina;
otros, como Insfrán, le tienen más simpatía.
Carlos Verna (La Pampa); Gildo Insfrán (Formosa); Mario Das
Neves (Chubut)
Los kirchneristas
Han quedado reducidos a Alicia Kirchner, la protectora
sufriente del feudo original, y Alberto Rodríguez Saá, parte de la dinastía
invicta en San Luis hasta que se alió con Cristina Kirchner y perdió por
primera vez el domingo último. No tienen fuerza ni interés en jugar el partido
de los gobernadores peronistas.
Alicia Kirchner (Santa Cruz); Alberto Rodríguez Saá (San
Luis)