La economía argentina crecerá este año un 2,7% y se
recuperará así del bajón sufrido durante 2016 (de -2,3%), con perspectivas de
experimentar un fuerte impulso hasta el final del mandato del actual gobierno,
a un ritmo anual de 3,2% en los años 2018 y 2019, proyectó el Banco Mundial.
"Se espera que la recuperación de la consolidación
fiscal y la mejora de la inversión respalden el crecimiento en la
Argentina", explicó el informe sobre Perspectivas Económicas Mundiales,
difundido hoy desde Washington.
La estimación del Banco Mundial para 2017 se alineó con la
de similar magnitud efectuada en noviembre pasado por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), si bien este último organismo observó una recesión más
moderada durante el año pasado en 1,8%.
El informe del BM resalta la implementación en la Argentina,
al igual que en Brasil, de "políticas y reformas más estrictas para
mejorar las condiciones macroeconómicas internas".
"La puesta en marcha de reformas pro mercado y que
crean un entorno empresarial favorable (en ambos países) y el arreglo de la
Argentina con sus acreedores fueron acontecimientos propicios que mejoraron la
percepción de los inversionistas", dice el Banco Mundial.
Para Brasil -que en 2016 experimentó un retroceso de 3,4%,
luego del derrumbe de 3,8% en 2015- se proyecta un ligero repunte este año, de
0,5% "al disminuir las limitaciones internas", seguido de un alza de
1,8% en 2018.
A nivel regional, América Latina y el Caribe, el informe
estima una contracción de 1,4% el año recién concluido, "el segundo
consecutivo de recesión y la primera vez en más de 30 años que se registra una
contracción plurianual".
"La subregión de Sudamérica, que abarca países que son
grandes exportadores de petróleo y metales, sufrió una contracción del 2,8% el
último año", precisa el BM.
El organismo indicó que el conjunto de la región
experimentará un avance de 1,2% este año, en el cual se prevé que los precios
de los productos básicos se estabilicen y se recuperen gradualmente en el
mediano plazo, "lo que proporcionará un grado moderado de alivio a los
países que exportan dichos productos".
Colombia, que crecerá 2,5%, y Ecuador, que sufrirá una
contracción de 2,9%, "seguirán padeciendo dificultades a raíz de los
escasos ingresos fiscales derivados de los bajos precios del petróleo",
mientras Venezuela mantiene "graves desequilibrios económicos y según los
pronósticos registrará una contracción del 4,3% este año", detalla el
Banco Mundial.
En el ámbito zonal, Chile y Uruguay lograron esquivar la
recesión en 2016, con alzas de 1,6% y 0,7% respectivamente, y este año
registrarían repuntes de 2% y 1,6%, mientras Bolivia mantendrá su crecimiento,
de 3,7% el año pasado a 3,5% en 2017.
"Las perspectivas de la subregión de México y América
Central, que crecerá a una tasa del 2,1% en 2017, son relativamente mejores que
las de Sudamérica, aunque las expectativas de crecimiento se han deteriorado en
el segundo semestre de 2016", constata el Banco Mundial.
Advierte luego que, en materia de riesgos, "los cambios
de política en Estados Unidos y en la zona del euro, como la restricción del
comercio o la migración, podrían tener repercusiones perdurables en la
región".
"Una recuperación más lenta que la prevista en los
precios de los productos básicos menoscabaría las perspectivas de los países de
la región que exportan esos productos", dice el informe.
El Banco Mundial concluye que "toda modificación del
ritmo de endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva
Federal de Estados Unidos podría ocasionar oscilaciones en las tasas de interés
y fluctuaciones en los flujos de capital, que podrían perjudicar a las
economías vulnerables".