CASO VIALIDAD

Cristina Kirchner recusó al fiscal Diego Luciani y a uno de los jueces

El abogado de la vicepresidenta pidió que los dos señalados sean apartados de la causa; ninguno de ellos aceptará dejar el caso, alegan no ser amigos ni tener vínculo con el expresidente, pero admiten los partidos; Luciani pidió responder cuanto antes de forma oral.
lunes, 8 de agosto de 2022 15:25
lunes, 8 de agosto de 2022 15:25

Cristina Kirchner recusó esta mañana al fiscal Diego Luciani y al juez Rodrigo Giménez Uriburu y pidió que los dos dejen el caso Vialidad, donde ella está siendo juzgada por asociación ilícita y fraude al Estado.

La vicepresidenta había adelantado ayer que lo haría. El fundamento es una nota de Página 12 que contó que Luciani y Giménez Uriburu son compañeros en un equipo de fútbol amateur (se llama Liverpool) y que los dos fueron a jugar a Los Abrojos, la quinta de Mauricio Macri. La publicación incluyó una foto de ambos que, sostiene Página 12, fue tomada en las canchas del expresidente.

Ni el juez ni el fiscal aceptarán la recusación. Fuentes cercanas a ambos dijeron a LA NACION que, si bien comparten equipo, ellos sostienen que no tienen una relación de amistad y que tampoco tienen vínculo con Macri. Ni Luciani ni Giménez Uriburu niegan haber ido a jugar a la quinta del expresidente (reconocen incluso que pueden haber jugado alguna vez contra Macri), pero dicen que fue para participar de un torneo amateur donde había muchos otros equipos y que fue antes de que recibieran el caso Vialidad.

Carlos Beraldi, abogado de la vicepresidenta, presentó el escrito con este planteo esta mañana, antes de la hora prevista para que se reanudara el juicio oral y continuara el alegato del fiscal, que la semana pasada fue muy duro contra Cristina Kirchner. La acusó de haber sido la jefa de una asociación ilícita creada para extraer fondos del Estado Nacional, en su beneficio, “desde la cúpula del poder”.

En su presentación de esta mañana, Beraldi no solo pidió que juez y fiscal sean separados del caso; también, que se anule todo lo hecho por ellos en esta causa. Citó el artículo 55 del Código Procesal Penal, que sostiene que “el juez deberá inhibirse de entender en la causa” si “tuviere amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los interesados”.

La imparcialidad subjetiva -la que está objetada en este caso- se presume; por ende, si el juez y el fiscal niegan estar afectados por una causal, será tarea de quien sostiene lo contrario (Berladi, en este caso) demostrar que sí lo está. Además, la Corte Suprema de Justicia tiene dicho que las causales de recusación deben interpretarse taxativamente; es decir, que no pueden ampliarse a circunstancias parecidas. Otra cuestión que seguramente se plantee (se debatió frente a casos como este) es si el fiscal debe considerarse un “interesado” en la causa cuando se trata de un funcionario del Ministerio Público cuyo rol tiene características diferentes a los de acusados y defensores.

Esta mañana, la audiencia empezó minutos más tarde que lo habitual. Gorini informó que fue porque estaban analizando el pedido de Beraldi.

Después de que el presidente del tribunal informó el trámite que se le daría a la recusación, Luciani pidió la palabra y solicitó contestar “de manera oral” las cuestiones planteadas por las defensas. “Ahora o cuando lo dispongan”, dijo. Alegó que una respuesta oral le daría mayor “transparencia” al proceso. Gorini le respondió que no había inconveniente para eso, pero que como otros dos defensores adelantaron que también presentarán recusaciones, el tribunal lo habilitaría a contestar una vez que estuvieran todos los planteos presentados.

El primero que adelantó que también recusará a Luciani y a Giménez Uriburu fue Maximiliano Rusconi, abogado de Julio De Vido, que dijo que además él sumará una recusación contra el otro fiscal, Sergio Mola.

El humor de De Vido

De Vido y Rusconi fueron de los primeros en conectarse esta mañana al Zoom de la audiencia. Antes de que comenzara formalmente la jornada de juicio, el exministro de Planificación, de visible buen humor, le preguntó a Rusconi si lo había cargado a su socio -también abogado de De Vido- Gabriel Palmeiro, hincha de Independiente, por el partido que anoche ganó River. “¿Dónde está Palmeiro? ¿No lo habrás cargado?”, dijo De Vido. Discutieron, con todos los demás participantes del Zoom en silencio, sobre una jugada polémica. Según De Vido, hincha de Boca, debieron haberle cobrado falta al delantero de River, Miguel “El Colibrí” Borja. “No tenés ninguna objetividad. Qué bueno que vos no sos comentarista deportivo ni juez”, le dijo Rusconi. “Estoy más para fiscal”, le contestó De Vido. Y con una sonrisa que contrastaba con las caras serias de lunes a la mañana de acusados y defensores, cerró la charla: “El peronismo es alegría”. De Vido es uno de los 13 acusados de este juicio. Según Luciani, fue una pieza clave de la asociación ilícita que montaron Néstor y Cristina Kirchner.

Los argumentos de Beraldi

El abogado de la vicepresidenta cuestionó a Luciani y a Giménez Uriburu por dos motivos: la relación entre ellos y haber ido a jugar al fútbol a la quinta de Macri.

Sobre el vínculo entre juez y fiscal, Beraldi afirmó: “Esta relación personal, que se mantuvo en todo momento bajo reserva, debió haber sido formalmente comunicada a las defensas -y en rigor de verdad, a toda la sociedad- una vez que este proceso, de singular relevancia institucional y trascendencia mediática, quedó radicado ante este Tribunal”.

Para el abogado, el juez debió haberse excusado de intervenir en el juicio. “La grave omisión en que incurrió el juez Giménez Uriburu contó con el aval explícito del fiscal Luciani, extremo que denota una grave violación a los deberes de resguardo de la legalidad y de la objetividad que pesan sobre todos los integrantes del Ministerio Público Fiscal”, sostiene el escrito del abogado de la vicepresidenta.

“En pocas palabras y para que todos lo entiendan -agrega Beraldi-: impulsar una causa como fiscal para que la resuelva un juez amigo no es un comportamiento inocuo desde el punto de vista legal, máxime cuando se trata de un representante del Ministerio Público que tanto hincapié hace sobre la necesidad de resguardar la transparencia en el ejercicio de la cosa pública”.

“Cabe preguntarse: ¿qué hubiese sucedido si en el día de ayer se hubiesen dado a conocer fotografías en las cuales los miembros del Tribunal hubiesen aparecido jugando al fútbol con las personas que están siendo juzgadas en este proceso? Sin lugar a dudas, estaríamos en presencia no solo de un escándalo nacional, sino también ante la inmediata promoción de una causa penal en contra del juez que habría desarrollado tal conducta y la promoción de su juicio político”, afirma Beraldi.

El abogado destaca en su escrito que no jugaban al fútbol “en cualquier lugar” sino en la quinta de Macri. “¿El comportamiento de estos funcionarios judiciales se corresponde con el sentido común -tantas veces invocado por el fiscal Luciani en su reciente alegato- y con los principios que deben ser observados en un proceso judicial, máxime en un caso de tanta relevancia institucional? (...) ¿Acaso pensaron que nadie se iba a enterar de semejante situación? ¿Consideran que son parte de un estamento que no debe rendir cuenta de sus actos ante el resto de la ciudadanía? ¿Les parece razonable que el fiscal que acusa y el juez que debe juzgar a Cristina Fernández de Kirchner jueguen partidos de fútbol nada menos que en la quinta de Mauricio Macri, cuyo gobierno promovió esta misma causa y se constituyó como querellante y actor civil a través de la Oficina Anticorrupción, la Unidad de Información Financiera y la Dirección Nacional de Vialidad?”

Para Beraldi, ni Giménez Uriburu ni Luciani pueden seguir interviniendo en la causa y deben anularse “todos los actos procesales desarrollados por los nombrados magistrados”.

Qué dicen el juez y el fiscal

El juez y el fiscal tendrán 24 horas para responder los planteos en su contra. Seguramente ese plazo empezará a correr mañana, cuando se presenten las nuevas recusaciones adelantadas hoy por defensores de otros acusados. Luciani ya fue habilitado a exponer sus argumentos de forma oral. Giménez Uriburu lo hará por escrito.

¿Cuáles son esos argumentos? Según adelantaron a LA NACION fuentes cercanas al juez y el fiscal, ellos no niegan compartir equipo ni haber jugado en la quinta de Macri, pero alegarán que no son amigos entre ellos y que no tienen relación personal ni social con Macri. Que asistieron a la quinta solo para participar de un buen torneo amateur.

“Liverpool es un equipo que tiene 41 años, por el que pasaron muchísimos jugadores. Jugamos normalmente en Atalaya [otro campeonato de zona Norte] y discontinuadamente en el torneo de Los Abrojos, que es un torneo amateur abierto de alto nivel, donde hay decenas de equipos”, dijo un jugador de Liverpool a LA NACION.