El mandatario, quien viajó en avión desde el Aeroparque Jorge Newbery a primera hora, fue acompañado por una comitiva reducida, incluyendo a su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y al jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El presidente fue recibido en Bahía Blanca por los ministros de su Gabinete, Patricia Bullrich, titular de Seguridad, y Luis Petri, ministro de Defensa, quienes ya habían llegado a la ciudad horas antes del mandatario. Desde allí, Milei se dirigió directamente al centro de monitoreo ubicado en Drago al 1600, para realizar un seguimiento de la situación tras la catástrofe.
Un viaje bajo hermetismo
El viaje presidencial a Bahía Blanca fue marcado por el hermetismo. Según fuentes cercanas al Gobierno, se tomó la decisión de que Milei viajara en silencio para evitar especulaciones políticas sobre el motivo de su presencia en la ciudad. Además, no se realizará ninguna foto oficial durante la visita, y la comitiva presidencial viajó sin fotógrafo, lo que contrasta con las visitas usuales de altos funcionarios.
A pesar de la comunicación constante con el intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, este no fue informado de la visita, lo que generó sorpresa en la administración local. La agenda presidencial se mantuvo deliberadamente privada, y se anticipa que Milei regrese a Buenos Aires alrededor del mediodía de hoy.
Un segundo viaje a Bahía Blanca
Este es el segundo viaje de Milei a Bahía Blanca en menos de tres meses. Apenas 10 días después de asumir la presidencia, un fuerte temporal de viento azotó la ciudad, causando la muerte de 13 personas y graves daños. En aquella ocasión, el presidente había recorrido las zonas más afectadas, acompañado de su Gabinete, y había elogiado la resiliencia y la solidaridad de los argentinos ante tales adversidades.
En diciembre de 2023, en una conferencia de prensa, Milei había expresado: “Los argentinos siempre sacamos lo mejor de nosotros ante episodios tan adversos como estos. Confío en que van a poder resolver esta situación de la mejor manera posible”.
La llegada del presidente a Bahía Blanca se produce en un contexto de profunda conmoción, donde el país sigue consternado por la magnitud de la tragedia. A pesar de la falta de visibilidad pública, el objetivo principal de la visita parece ser coordinar acciones de ayuda y monitoreo en el terreno, buscando aportar soluciones inmediatas a los afectados por el temporal.