El desarrollo del partido venía complicado
apenas Costilla pisó el estadio "Malvinas Argentinas”, cuando en medio de
versiones de supuestas amenazas –nunca confirmadas- a la salida del hotel donde
se alojaba pidió identificar personalmente a los fotógrafos que ingresarían a
la cancha, y luego dispuso permanentes instrucciones a los responsables del operativo
de seguridad.
Iniciado el juego, el árbitro salteño mostró
un especial celo sobre los jugadores villacubanos, anulando un gol en posición supuestamente
dudosa. Los asistentes Luis Eduardo Amengual y Aníbal F. Calderón, también de
Metán, sobre todo el Nro. 1 (Amengual), como el juez principal, condicionaron
en todo momento los movimientos de los dirigidos por Daniel "Petete” Hernández.
Así llegó la primera expulsión de Agustín
Bona (39’PT), porque según contó el jugador el referí se sintió agredido en el
reclamo de un fallo tras una falta intrascendente en mitad de la cancha.
Con ese clima y mientras un grupo de inadaptados
se trepaban al parapelotas sur, el árbitro Costilla aprovechó para finalizar el
primer tiempo, cuando Villa Cubas disponía de un córner y todavía no se habían
cumplido los 45 minutos. Esto generó la reacción de los jugadores del "León”, quienes
se abalanzaron sobre la terna arbitral.
Tras el entretiempo, Costilla no empezaba el
complemento porque a raíz de los incidentes sobre el cierre de la primera
etapa, pidió las expulsiones del jugador Lucas Godoy, que estaba en el banco, y
del preparador físico Julio Acuña. Después de tediosos conciliábulos, salieron Godoy
y Acuña, retomándose tardíamente el partido.
Y a poco de reiniciado el juego, llegó un
penal también "inventado” por Costilla, que Luis Leguízamón (07’ST) convirtió
para el equipo "mistolero”.
Con un jugador menos, Villa Cubas seguía procurando
la igualdad, y hasta metió un disparo en el travesaño, pero poco después llegaría
un nuevo foco litigioso, cuando el referí expulsó a Facundo Orellana (37’ST), que se lo "quería comer” al salteño.
En un clima totalmente enrarecido, el
entrenador de Vélez, Pablo Martel, hacía todo lo posible por caldear aún más los
ánimos, ingresando permanentemente al campo de juego y hasta pidiendo
sanciones, que el referí Costilla admitía puntillosamente. Esto fue lo que
molestó al DT de Villa Cubas, Daniel "Petete” Hernández, quien increpó
airadamente a su colega, llegando a manotearse, desencadenando el escandaloso
final.
Allí se generaliza la pelea, con corridas y
enfrentamientos entre jugadores y cuerpos técnicos por todo el campo de juego,
circunstancia que aprovechan Costilla y sus líneas para "escapar”, literalmente
de la cancha, mientras interviene la División de Infantería para dispersar a
los simpatizantes de Villa Cubas, quienes desde la tribuna sur arrojaban todo
tipo de proyectiles hacia los uniformados.
Increíblemente, los disturbios siguieron
después entre los hinchas de Villa Cubas y sus propios jugadores, especialmente
el capitán Alexis Brizuela y el arquero Rafael Santillán, que eran insultados
desde la platea.
Un verdadero bochorno, que seguramente
marcará un destino complicado para el "León”, que además de perder los tres
puntos de hoy, probablemente recibirá sanciones más graves, incluyendo la
suspensión del estadio "Malvinas Argentinas” para que Villa Cubas juegue de
local. Con lo cual, de ahí al descenso no habrá demasiado por esperar.