Las grandes cadenas supermercadistas englobadas en la
Asociación de Supermercados Unidos (ASU) observaron, en los últimos días y
luego de la implementación del programa Precios Transparentes, "una
notable baja de los precios al contado", en tanto que los financiados
"no han tenido un salto considerable", según evaluó el director
ejecutivo de la entidad, Juan Vasco Martínez.
Para el directivo, si se quiere evaluar al programa que
procura transparentar el costo financiero en cuotas "hay que esperar un
poquito más", y según afirmó en ese análisis, "coincidimos con la
Secretaría de Comercio" que es el organismo que estableció la
diferenciación entre precios de contado y financiados.
"Al día de hoy, en nuestro sector, la financiación no
ha tenido un salto considerable. En este caso juegan otros actores, como los
bancos", explicó Vasco Martínez. "Lo que se puede ver hoy en los
supermercados, en las publicaciones, es una notable baja de precios al
contado", dijo en durante una entrevista en radio Mitre.
Tras criticar lo que llamó "intoxicación de mala
información", que indicaba que los supermercados incumplían con el
programa de Precios Transparentes, dijo que la posibilidad de que los productos
tengan etiquetas con precios al contado y remitan a los consumidores a
consultar por planes de financiación, "lo permite la norma".
"Si trabajamos con ocho plásticos (en alusión a las
tarjetas) y 12 bancos privados, hay costos diferentes según la combinación de
las tarjetas y los bancos, y eso no se puede poner en el fleje de góndola. Por
eso se remite al consumidor a un sector de informes o a la caja", explicó.
Cuando se le consultó si hay una percepción de que el
encarecimiento de las compras financiadas frenó las ventas, dijo que esa
reacción es "lógica, en todo cambio de sistema".
Ante esta situación, el Gobierno salió a través de la banca
pública a ofrecer financiación más barata, en 50 cuotas a una tasa del 19%
anual, sobre lo cual Vasco Martínez opinó: "Creo que es una medida
saludable porque a partir de ahí se va a fomentar la competitividad del sistema
financiero. Es una intervención del Estado en el mercado que me parece
saludable".
"Siempre que se produce un cambio de este tipo existe
un lapso en el que el consumidor reacomoda su expectativa y su idea a la hora
de tomar una decisión de compra. Además, estamos en un período de vacaciones y
quizás el consumo de bienes durable se retraiga en líneas generales",
explicó Vasco Martínez.